domingo, 9 de junio de 2013

UN MAGICO ORGASMO>PRIMERA LUNA>CAPITULO 6

CAPITULO SEIS
"explicaciones"

     A las ocho de la mañana del lunes, Josh estaba tocando la puerta de la casa de Clarisse, la chica le había llamado la noche anterior para avisarle que la cita era a las nueve y lo mejor era no llegar tarde, lo menos que necesitaban era enojar mas a Orchid; la puerta la abrió Brett que fiel a lo del día anterior escogió la ropa mas fea de su amiga, su cabello era un verdadero desastre y su actitud lo era aun mas.

-pasa enano CM no tarda-
-ya notaste que me tienes que mirar hacia arriba-dijo Josh en tono autoritario, dado que sus 1.75 mts ahora superaban los escasos 1.67 mts. de la rubia
-mira "enano" no te acostumbres esto es temporal, voy a demandar a esa loca y me tendra que volver a la normalidad-
-y que le dirás al juez, "me transformaron en mujer contra mi voluntad", si ya lo estoy viendo, señores del jurado prueba "A" mis redondos pechos, jajajaja-
-ya deja de reírte- le dijo mientras golpeaba su brazo con el puño
-vaya eso no se sintió "pegas como niña" jajajajaja-
-ya basta¡ Clarisse apresúrate-
-ya voy-contesto Clarisse desde la habitación

     En cuanto Clarisse salio, tomaron camino a la casa de fraternidad en un taxi, al llegar Brett sintió escalofríos de volver al lugar donde todo comenzó, pero necesitaba volver a la normalidad y la compañía de sus amigos le dio el valor necesario para entrar de nuevo en ese lugar.



     Al entrar todo estaba tan limpio como si no hubiese habido ninguna fiesta la noche del sábado, todo impecable y frió, los tres invitados estaban de pie frente a la escalinata que llevaba hacia las habitaciones, de repente se abrió una gran puerta de una habitación lateral, una puerta grande de madera labrada, de ella salio aquella mujer rubia que trato de advertir a Brett.

-por aqui si son tan ambles- dijo con tono servicial, señalando el interior del estudio

     Al entrar  al lugar se podía percibir algo especial en el ambiente, cualquiera diría que era magia, era un sitio especial con piso de mármol, tapices ingleses, y había cuadros muy hermosos y a la vez escalofriantes, al fondo un librero enorme y un escritorio de madera fina excelsamente tallado, se veía antiguo pero perfectamente cuidado, al dar vuelta la silla del escritorio, estaba Orchid que los recibía con una socarrona pero amable sonrisa.

-pasen, pasen, bienvenidos sean, sobre todo tu hermana Clarisse, sabia que vendrías, te vi en la mente de tu "amiga"-
-MALDITA BRUJA¡- grito Brett perdiendo la cabeza, pero Josh la contuvo y le dijo que se calmara
-mal, mal, mal, veo que aun no cambias de actitud, no deberías hacerme enojar, hoy estoy de buen humor, gustan beber algo-
-no gracias- contesto Clarisse por los tres
-bueno yo si tomare algo, carla, té por favor- en ese instante la rubia asintió y fue de inmediato por la bebida-bien en que puedo ayudarles- Brett estaba a punto de gritarle algo pero Clarisse fue esta vez quien la contuvo.

-hermana estamos aqui para pedirte... no suplicarte que vuelvas a nuestro amigo a la normalidad-
-JAJAJAJAJAJA- Orchid soltó una estruendosa carcajada que se escucho por toda la casa
-hermana se que soy una de las personas de mas bajo rango aquí, pero te suplico que escuches mi petición-
-mi pequeña, es que acaso no lo entiendes, no es que no te quiera complacer, por ti lo haría, por el simple hecho de ser mujer y ser tan buena persona, no se como es que estas enamorada de este engendro-decía mientras señalaba a Brett, Clarisse se sonrojo-pero la única razón que tengo para no transformar a tu amigo en hombre de nuevo, es que ese hechizo no funciona así-
-entonces como funciona, señorita, en nuestro entender de personas que gustan de la ciencia ficción pensamos que la magia como la ciencia tienen antídotos- hablo Josh en un tono muy amable y cortés
-mi querido muchacho, en eso tienes razón, la magia que use tiene un reverso-
-ENTONCES DINOS CUAL ES MALDITA BRUJA¡- grito la rubia levantándose de su asiento
-ese es justo el problema, tu actitud, como hombre eres orgulloso, pedante, desconsiderado, misogino y sobre todo pésimo amante-
-QUE?- dijo Brett cada vez mas sorprendida
-claro chico, dije pésimo amante, me hiciste enfurecer esa noche, por que ni siquiera te intereso lo que yo sintiera y por si fuera poco dijiste que te lo agradeciera, así que te impuse una maldicion para obligarte a cambiar de actitud-
-Pero hermana, ¿como va a lograr eso?-
-muy fácil, el hechizo ha cambiado su cuerpo para empezar, convirtiéndolo en aquello que despreciaba-
-pero yo no desprecio a las mujeres¡- interrumpió Brett tratando de calmarse
-Es claro que si, no las respetas, no las cuidas, y mucho menos las consideras, vaya ni siquiera a tu madre o a la Hermana Clarisse que te quieren y procuran-
-yo... no... pensé...- balbuceaba Brett mientras agachaba la cabeza
-pero no te preocupes el hechizo te enseñara y si no aprendes peor para ti-
-que quieres decir?-
-es simple el hechizo ya cambio tu cuerpo y si en doce lunas no has logrado sentir lo que nunca le haz hecho sentir a una mujer, cambiara también tu mente, con cada luna que pases sin conseguir tu objetivo, tu mente se feminizara cada vez mas, aunque seguirás consiente de ti mismo, continuara sin gustarte ser mujer pero tendrás la necesidad de serlo, y si al pasar la ultima luna no logras revertir el hechizo... como te explico...; mejor te lo muestro, ¡carla!-
-si señorita- dijo, apareciendo con la charola del te, le sirvió a Orchid en una exquisita taza de porcelana y se puso a su disposición.
-espera en el centro de la estancia-
-no, por favor señorita, se lo ruego-
-obedece sabes que no tienes opción-
-si señorita- obedeció desganada

     presiono un pequeño botón del escritorio y a los pocos minutos apareció por la puerta el jardinero de la casa, un hombre de tipo latino, de baja estatura, muy enjuto y se veía claramente sudado por el trabajo, parecía tener unos cuarentaycinco años y no era muy guapo que digamos.

-dígame señorita Orchid- acudió servicial el hombre
-juan sabes lo que carla necesita?- pregunto la bruja mientras señalaba a la mujer en el centro de la estancia
-siiii señorita, enseguida-


     El tranquilo rostro del hombre cambio y se volvió de tono lujurioso, se acerco a carla le dijo un par de palabras al oído y sin mas ni mas carla desabotono el pantalón del hombre, bajo sus calzoncillos y ante la atónita mirada de los tres invitados, comenzó a hacerle sexo oral a aquel hombre como si en ello le fuera la vida.


 lamia el glande, succionaba sus testículos, un segundo después tenia el miembro de juan hasta el fondo de su garganta succionando como si fuera una fuente de miel, en cuestión de tres minutos juan no soporto mas y se corrió en el rostro de carla, mientras ella gemía como si sintiese un gran placer.


-muy bien mi niña- sonrió Orchid mientras aplaudía
-me puedo retirar a lavarme señorita?- pidió carla con lagrimas en los ojos
-si anda, pero no tardes tienes que acompañar a los invitados a la puerta

     La chica se fue sollozando, en ese momento Josh con un claro rostro de indignación y enojo, pregunto.

-Que rayos fue eso¡? pensé que usted cuidaba de las mujeres de esta casa-
-no te molestes muchacho comprendo tu indignación, también te percibí en la mente de Brett y se que no eres como el, ja solo míralo-

     Josh volteo a ver a su amigo y Brett no podia ocultar una sonrisa de satisfacción seguía siendo el mismo misogino de siempre a pesar de todo, Josh solo agacho la mirada avergonzado.

-pero no te preocupes, yo le voy a borrar esa sonrisa- dijo Orchid -Brett recuerdas a Carlos Bandeiras, el jugador de soccer brasileño que llego de intercambio del programa de deportes?-
-!he¡si, que con el- respondió, saliendo de la distracción que le había provocado el acto de carla
-pues acabas de verlo mientras le daba sexo oral al jardinero- Brett la miro con pánico.
-no me dirás que carla...-
-si, exactamente, el abusó de una hermana de la fraternidad, pensó que su acto quedaría impune por ser un deportista privilegiado de la universidad pero no contó con mis poderes, el fue incapaz de romper el hechizo y ahora sufre las consecuencias-

     Mientras Orchid hablaba Brett comenzó a sudar frió, sintiendo temor de cada palabra que saliera de la boca de esa mujer.

-al pasar la ultima luna, el cambio es permanente y te conviertes en esclava de las pasiones de los hombres, basta que uno de ellos, cualquiera, te diga lo que desea para que tengas la inmediata e irrefrenable necesidad de complacerlo, vaya ni siquiera tiene que gustarte el tipo, ese es el castigo del hechizo si no consigues lo necesario para romperlo-

     Los tres estaban con la boca abierta, Brett estaba pálida como una vela y comenzaba a sentirse mareada.

-y tengo mas malas noticias para ti, conforme pase el tiempo te costara mas trabajo romper el hechizo pues te convertirás en una mujer cada vez mas hermosa, sensual y sexy, tu forma de ser se hará cada vez mas femenina e incluso tu cuerpo cambiara para que no puedas romper el hechizo, así que lo siento, creo que en un tiempo tendremos a dos putitas rubias paseándose por el campus, jajaja, carla¡, acompaña a los invitados a la puerta-

     Carla aparecio tras la puerta, Brett estaba al borde del desmayo y apenas podia caminar apoyado de Josh, ya se dirigían a la puerta del estudio cuando Josh con Brett a cuestas volteo y le pregunto a Orchid.

-Disculpe señorita, pero nunca nos dijo lo que Brett tenia que sentir para romper el Hechizo-
-Si hermana- dijo clarisse - Dinos que es por favor, dijiste que era algo que no le habia dado a  ninguna mujer, acaso es amor verdadero?-
-Por supuesto que no hermana, el le ha dado amor verdadero a una mujer, por lo menos por un tiempo se lo dio a su madre, cuando aun era un niño, antes de ser corrompido por el machismo-
-¿entonces de que hablas bruja?- pregunto Brett agitada
-de que va a ser "mujer", hablo de que un hombre te haga sentir... "UN MAGICO ORGASMO"-





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