lunes, 23 de diciembre de 2013

UN MAGICO ORGASMO>CUARTA LUNA>CAPITULO 2

  "DÍA DE PLAYA"

     Los días van pasando y para Brittany la situación sigue igual, a pesar de todos los cambios en su cuerpo y en su mente, dentro de la despampanante mujer que la gente ve, se encuentra aun la esencia de Brett, si bien es cierto que ha aprendido un par de lecciones sobre el mundo de las mujeres, sobre todo respecto a sus sentimientos, aun no tiene ni idea de como lograr ese "mágico orgasmo" que le devolvería a su vida normal, claro, eso sin contar con que los hombres no le atraen en lo absoluto, mmm, bueno tal vez no tan en absoluto.













-por que no puedo dejar de mirarte?- le decía Brittany a una imagen de Josh que guardaba celosamente en su teléfono -te conozco desde siempre, eres mi mejor amigo, pero nunca dedique tanto tiempo para pensar en ti- soltando un largo suspiro llevo el aparato a su pecho, estrujándolo contra su ya pronunciado busto.

     Cuando mas concentrada estaba escucho unos pequeños pies acercarse a su habitación y cuando se movió el pestillo de la puerta inmediatamente cerro la imagen y volteo el aparato nerviosa antes de que su compañera entrara.

-Britt, ven a la cocina, ya hice el desayuno- le dijo Clarisse; asomando su rojiza cabeza atraves de la puerta
-si ya voy, gracias CM- cuando la roja salio de la habitación la nueva chica suspiro aliviada -uff! Casi me descubre-



     Las chicas desayunan plácidamente, una ves mas es una hermosa mañana de domingo en Los Ángeles, la conversación de las amigas resultaba trivial y relajada, después de las confesiones de Clarisse, lejos de separarse, las cómplices femeninas estaban mas unidas que nunca.

-sabes que no hacemos desde hace mucho?- pregunto la chica de las gafas
-¿que?- regreso la pregunta Brittany mientras terminaba de comer la papaya picada, fruta que se había vuelto su favorita
-ir a la playa, es un hermoso día que tal si vamos- propuso entusiasmada Clarisse como si fuera una niña
-no se, en este cuerpo seria algo raro, el hechizo podría hacer de las suyas-
-no creo que sea peor que cuando sales a correr o vamos al gimnasio, anda, es mas voy a llamar a Josh-

     El solo oír el nombre de su amigo, hacia que a Brittany se le iluminara el rostro y le dieran ganas de hacer cualquier cosa, aunque la misma chica no sabia porque.

-ok, si el dice que si, vamos- accedió la rubia fingiendo que le daba lo mismo

La feliz pelirroja tomo el teléfono y marco a Josh, que contesto de inmediato

-hola CM, que tal la mañana?-
-bien, ¿y tu que haces?-
-nada en especial, ¿por?-
-Britt y yo te invitamos a la playa-
-y segura que "Britt" estará bien?- pregunto no muy convencido
-si, ella dice que si tu aceptas ella ira, ademas ya le dije que no puede ser peor que cuando sale a correr-
-de acuerdo, las veo en media hora, yo llevare las bebidas y ustedes el almuerzo-
- hecho, aquí te esperamos- Clarisse colgó y sonriente le dijo a Brittany -ya oíste viene en media hora-
-solo media hora! Santo cielo apenas tengo tiempo de arreglarme-  la rubia se levanto de un salto de su silla y apurada corrió a su habitación y desde ahí le grito a Clarisse -gracias por hacer los emparedados linda, recuerda que al enano le gustan de pan integral y sin mayonesa, hay jamón de pavo en el refri, es su favorito-

     La pelirroja se quedo atónita con la reacción de Brittany, es decir sabia que Josh era importante para la rubia pero vaya que últimamente se ponía feliz al verlo, en fin, como ella solo tenia que ponerse unas bermudas y una playera, se dispuso a preparar la comida para el paseo.



     Como siempre puntual, Josh llego por sus amigas en su camioneta, la hielera en la parte de atrás estaba bien surtida de cerveza, sodas, y jugos, algunos "light" por que Brittany ahora no podía beber de otros, si lo hacia se ponía histérica pensando en que engordaría; después de sonar la bocina la primera en salir fue Clarisse, ataviada de forma muy sencilla como siempre, playera de algodón con estampado de palmeras, unas bermudas de mezclilla y sandalias de plástico, todo coronado por un desteñido sombrero de pescador que pertenecía a su padre; subió al asiento trasero del auto, coloco la canasta con comida junto a la hielera y saludo a su amigo.

-hola, listo para la diversion?-
-yo siempre, pero tu compañera ya se retraso, seguro que todo estará bien?- pregunto con algo de sosobra el chico al volante, después de la ultima vez que salio con Brittany, temía por el atuendo que ella llevaria.
-si no te preocupes, ya te dije que no puede ser peor que cuando sale a correr-
-por nuestro bien espero que tengas razón-




     La puerta de la casa comenzó a abrirse, Josh contuvo el aliento por un momento, pero se relajo un segundo después al ver salir a una glamorosa rubia vestida de manera fresca y confortable; Brittany llevaba un vestido largo en color naranja, su cabello recogido dentro de un sombrero de ala ancha circular decorado con un listón del mismo color del vestido y en el mismo tono, unas sandalias de plataforma tipo sueco muy altas; para rematar al momento de salir cubrió sus ojos con unas modernas gafas obscuras "D&G", la que se había vuelto su marca favorita.

-ves te dije que no habría problema- dijo Clarisse con una sonrisa
-si, tal vez estoy exagerando- respondió Josh mas tranquilo
-hola enano, ¿porque tan sonriente?- pregunto Brittany mientras subía al asiento del copiloto
-es un sonrisa de tranquilidad, pero debo decirte que te ves bien jaja- Josh dijo esto ultimo en forma de broma, pero por alguna razón para la rubia era como un bálsamo que aliviaba su atormentada alma, en los cuatro meses que llevaba transformada la presencia y palabras del "enano" se habían vuelto muy importantes -bueno, ya estamos todos, vamonos a disfrutar-

     La playa de Paradise Cove estaba a reventar, el clima era propicio para pasar un maravilloso día con la familia o los amigos, el mar estaba tranquilo en su orilla, pero con olas maravillosas para los surfistas, encontrar lugar era una tarea casi imposible, por supuesto eso no le importaba a los amigos que inmediatamente bajando de su vehículo se afanaron en buscar lugar, cada uno con un objeto para apartar el espacio que encontrara; naturalmente la pesada hielera se la llevo el chico, la roja cargo con la cesta de comida y la delicada rubia llevo la sombrilla que resultaba lo mas ligero; tanto Josh como Clarisse no tuvieron éxito en la misión, pero es aquí donde Brittany aprendería una nueva lección.

      Después de caminar unos minutos con algo de dificultad por los zapatos que había escogido, encontró un pequeño claro en medio de la gente al mismo tiempo que un par de chicos, que de forma grosera arrojaron sus cosas al mismo tiempo que ella intentaba clavar la sombrilla.

-lo siento preciosa nosotros llegamos primero- dijo uno de ellos con tono prepotente
-no es cierto yo llegue primero, pero esta cosa no se entierra- replico con tono de niña emberrinchada intentando inútilmente de clavar el objeto en la arena
-pues ya perdiste nena jajaja- ambos patanes rieron estentoreamente

     La rubia estaba roja de la frustración que sentía, no dejaba de pensar en que si tuviera su cuerpo normal, con sus conocimientos e amm, los pondría en su lugar, pero las cosas eran diferentes en ese momento, toda la prepotencia, todo el orgullo, toda la autoridad que tenia como hombre ya no existían, irónicamente, con todo su malestar, Brittany estaba aprendiendo algo nuevo sobre el mundo de las mujeres, que cuando se encuentran con patanes misoginos como lo era Brett Mcarty no hay nada que hacer, si ella en la condición en la que estaba se hubiera atrevido a hacer frente a este par de animales tal vez hubiera salido lastimada, por primera vez en su vida la nueva mujer experimentaba el miedo que se siente cuando enfrentas a alguien mas grande y fuerte que tu.

     Resignada, la frágil chica estaba a punto de irse, pero a veces las estrellas del universo se alinean en favor del mas débil, justo en ese momento paso un oficial de la policía encargada de la seguridad de la playa.

-todo esta bien señorita?- pregunto el oficial colocándose detrás de la mujer
-bueno oficial- contesto con tono afligido la chica, ella sabia que era su oportunidad de sacar provecho de su condición, algo que en su momento Brett criticaba de las mujeres, así que poniendo ojitos de cachorro continuo dirigiéndose al agente de la ley -yo llegue aquí primero y como no podía colocar mi sombrilla, llegaron estos caballeros y de una forma no muy amable me dicen que me vaya-
-¿es eso cierto caballeros?- por supuesto que la pregunta del oficial era retorica, ya que sabia perfectamente que Brittany decía la verdad, por lo mismo no recibió respuesta alguna -eso supuse, dejen en paz a la señorita y váyanse a otro lado- los chicos molestos se fueron farfullando y pateando la arena -listo pequeña, que tengas un buen día-
-gracias oficial- dijo Brittany con una sonrisa de tranquilidad y satisfacción, y justo cuando el oficial daba vuelta la chica recordó la sombrilla -disculpe oficial, le importaría...-
-por supuesto que no señorita- y con gusto el oficial clavo la sombrilla y después se despidió

     Brittany saco una toalla de su bolsa y la tendió bajo la sombrilla, de inmediato llamo a sus amigos con su celular dándoles las indicaciones de como llegar, y mientras llegaban se puso a pensar en la suerte que tuvo
de que hubiera alguien que la ayudara, después de meditarlo un poco tuvo que reconocer que las chicas deben de ser protegidas y no abusadas, así que mirando al mar sonrió y se prometió a si misma que cuando volviera a ser hombre ya no maltrataría a ninguna mujer, por el contrario se aseguraría de protegerlas.




     Cuando los tres amigos estuvieron reunidos y mientras se disponían a comer los emparedados que preparo Clarisse acompañados de una bebida bien fría, Brittany les contó la pequeña odisea por la que tuvo que pasar, contándoles también lo bien que se sentía de haber aprendido algo de ella.

-pues me alegro por ti, por lo menos este problema te esta dejando algo bueno amiga- le dijo su compañera que estaba sentada junto a ella
-así cuando vuelvas a la normalidad seras una mejor persona, por lo menos eso espero- afirmo su viejo amigo -mmm¡, esto esta exacto como me gusta gracias CM- le agradecía Josh a la roja
-no me agradezcas a mi, la que me recordó como te gustan fue Britt, ella me dijo como prepararlos-
-caramba! No pensé que te fijaras en como preparo mi comida "Britt" pero gracias- el joven moreno comenzó a comer el emparedado con mucho gusto, lo que provoco la alegría de la rubia, un sentimiento que por supuesto guardo para si.
 
     Después de haber comido y haber dejado pasar un tiempo prudente, Josh tuvo la genial idea de ir a nadar, sin saber lo que les esperaba.

-pensé que nunca lo dirías enano, vamos al mar que me muero de calor-
-bien adelante, el ultimo paga la cena- grito Josh quitando su camiseta rápidamente
-ya gane- grito Clarisse segura de ganar ya que lo único que tenia que hacer era quitarse las gafas y el sombrero, así los dos se echaron a correr dejando atrás a la rubia
-tramposos!, no me dejen aquí!- Brittany se quito el sombrero, las gafas, y los zapatos, quedándose muy atrás.

     Decidió quitarse el vestido mientras corría tras sus compañeros para no perder mas tiempo, los dos amigos que tenían la delantera sentían segura su victoria, el agua estaba cerca, pero los chiflidos, gritos y expresiones de sorpresa que comenzaron a escuchar los detuvieron en seco.



     Temerosos de lo que verían, voltearon lentamente pasando saliva por sus gargantas, y no era para menos, la imagen ante sus ojos era de no creerse, todos en la playa estaban embobados mientras veían correr a una mujer casi desnuda con sus rubios cabellos al viento.

     Las reacciones eran muy variadas, desde madres indignadas cubriendo los ojos de sus hijos, hasta ancianos que trataban de contener los latidos de su corazón; el cuerpo perfecto de la chica corriendo bajo el sol, despertaba la lujuria de los hombres y la envidia de las mujeres, pero sobre todo la vergüenza de sus amigos que se quedaron petrificados al ver el "traje de baño" de su compañera compuesto por simples tiras de tela pegadas a su cuerpo que apenas cubrían lo indispensable

-adiós tortuguitas! Yujuuuu!- les grito Brittany a sus amigos al darles alcance y luego adelantarlos, llegando primero a las olas del mar, en el que se zambullo y luego emergió de el como una hermosa sirena, reflejando dorados destellos en su piel y cabello húmedos.





-"no hay problema" dijiste-
-lo siento-
-"no sera peor que cuando sale a correr" dijiste-
-lo siento-
-"todo estará bien" dijiste-
-ya dije que lo siento! Ok-
    
     Josh y Clarisse discutían, mientras alcanzaban a una despreocupada Brittany que jugueteaba en el agua como una niña pequeña, olvidándose por un momento de todo a su alrededor; cuando Josh llego a donde estaba ella no pudo evitar preguntar con tono de molestia.

-¿que no tenias otra cosa que ponerte?-
-ayy, no me regañes a mi, sabes que desde hace un tiempo no soy yo quien escoge mi ropa, ademas no seas amargado, ¿me veo mal?- pregunto juguetona salpicando agua en el rostro del muchacho
-no es que te veas mal- replico Clarisse que recién llegaba al mismo punto que sus amigos -es que es demasiado descubierto, incluso para Los Ángeles, ademas parece que te gusta que te miren- al decir esto Brittany dejo de jugar y tomo un semblante muy serio
-mira CM, ¿recuerdas lo que sentiste la vez que no pudiste estudiar por que yo de forma irresponsable arroje tu mochila en el lago de noche?-
-si, no pude calmar mi ansiedad en todo el fin de semana-
-pues es exactamente la misma sensación que tengo si no me visto, maquillo, o comporto de la forma en que lo hago, el solo estar hablando asi ahora me hace sentir como si a un alcohólico le quitaran su botella, lo único que les puedo pedir es que me comprendan- termino de decir Brittany casi temblando, y no de frió
-tienes razón amigo- le dijo Josh palmeando su espalda, algunas veces le hablaba en masculino, para que no perdiera su objetivo de volver a ser Brett, pues realmente lo extrañaba -como siempre te sales con la tuya, por nosotros no te preocupes, vamos a nadar y disfrutar de este día- y continuaron con la diversión




     Después de un rato en el agua, volvieron al sitio donde estaban sus cosas donde se tiraron a tomar un poco de sol, todas las miradas seguían sobre Brittany pero pues no tenían otro remedio que resignarse, Ya eran casi las cinco de la tarde, el sol caía plácidamente sobre la playa provocando un placentero calor que invadía los cuerpos.

-enano, ¿me comprarías un helado?, se me antojo- pidió con voz algo melosa la rubia a un Josh que intentaba tomar una siesta
-no crees que te estas tomando muy en serio lo de ser chica, ve tu por el- le contesto sin siquiera abrir los ojos
-ayyy! Por fa ¿si?- insistió mas melosa todavía -es que si voy sola alguien podría intentar sobrepasarse conmigo, que tal si me encuentro a los mismos tipos de hace rato, ademas CM también quiere, verdad CM?- la roja estaba concentrada en uno de los libros que le dio Keith
-eh, a si lo que sea-
-esta bien, esta bien- tal vez Brittany ya no era el mismo tipo que ordenaba las cosas, pero sabia que Josh no permitiría que una mujer se pusiera en peligro, ni siquiera una que sabia que no lo era realmente -de que los quieren?-
-yo de fresa!- pidió la joven rubia y CM ni siquiera contesto, estaba muy concentrada en su lectura-





     Habían pasado veinte minutos desde que Josh fue en busca del helado, era demasiado tiempo, porque el stand no estaba tan lejos, por lo que Brittany se comenzó a impacientar.

-oye CM, no crees que el enano ya tardo demasiado?-
-tal vez hay demasiada gente comprando, no te impacientes- le contesto la roja sin levantar la mirada de su lectura
-es que no me gusta esperar, voy a buscarlo- dijo Brittany decidida y se levanto rápidamente
-ok, llévate esto- Clarisse le dio el vestido que traía puesto al llegar a la playa, igualmente sin despegar sus ojos del libro
-gracias por cuidarme linda, no tardo- se coloco la suave prenda, sus gafas y fue en busca de su amigo

     La fuente de sodas de la playa se encontraba mas o menos a tres minutos de donde estaban los chicos, de tal manera que la rubia no tardo en llegar a su objetivo, iba contenta caminando, pero cuando llego lo que vio no le gusto nada, el galán moreno que buscaba, estaba plácidamente conversando con la chica que atendía el local.

-ese tarado!- la rubia apretó los dientes, sintiendo que le ardía la sangre, idéntico a cuando vio a Helen en la oficina - un momento!- se replico a si misma - yo no puedo sentir celos, seria ridículo- trataba de convencerse de que con Helen era por que la odiaba desde antes de la transformacion, pero a esta chica ni la conocía, no podía, no debía sentir celos -solo voy a dar la vuelta y dejar en paz a mi amigo con su nueva chica, si eso haré-

     Suspirando profundo, dio la vuelta con una decisión tomada, pero no había dado tres pasos cuando sin pensarlo dio la vuelta y se dirigió a paso firme hacia la fuente de sodas.

-entonces, siempre trabajas aquí?- preguntaba Josh a la guapa joven
-no, es solo el fin de semana, para pagar mi escuela- contesto la joven castaña, directamente coqueteando
-holaa!, Querido la niña y yo te estamos esperando- de la nada apareció Brittany tomándolo del brazo cariñosamente, logrando el efecto esperado, que la chica del stand pensara algo que no era
-son tres dolares- dijo la joven vendedora, secamente mientras le daba los helados que había pedido
-no¡ espera¡, no es lo que... Ha olvídalo, gracias- Josh, tomo los helados y se fue con una sonriente rubia colgada del  brazo.




     Después de un fantástico crepúsculo, el trió de paseantes ya va de vuelta a casa, el chico al volante lleva una cara de pocos amigos muy evidente, la rubia que va a su lado tampoco esta muy contenta y la roja en el asiento trasero acomoda sus gafas esperando que tengan el efecto mágico de hacerle entender que es lo que pasa, pues ya casi llegan a su destino y  sus amigos se no se dirigían la palabra.

-se puede saber, ¿que paso? Desde que recogimos las cosas ustedes no han dicho una sola palabra-
-que te lo explique tu "amiguita Britt"- contesto Josh con tono sarcástico
-ya te dije que solo quería mi helado!- reclamo airosa Brittany
-y por eso te comportaste como una novia psicópata-
-yo Jamas hice tal cosa¡, lo que pasa es que te molesto que tu conquista te dio el corton-
-y que esperabas! Le dijiste que eras mi esposa-
-¿que hiciste que!?- intervino Clarisse asustada
-no es cierto CM, solo dije "nos espera la niña", refiriéndome a ti- en eso estaban cuando llegaron a la casa donde residían las chicas
-y tenias que llamarme "querido"-
-solo fue el hechizo ¿si?, no te hagas ilusiones- la rubia lo dijo muy segura, mientras se cruzaba de brazos
-si como no, lo que pasa es que no soportas que la gente no te ponga atención, eres una protagonista- continuo diciendo Josh mientras Clarisse movía la cabeza de un lado a otro como si observara un juego de ping-pong
-ya deja de molestarme enano, o te vas a arrepentir- advirtió una molesta rubia
-a ti que te importa lo que yo haga y con quien lo haga- siguió el pelinegro
-te lo advierto Josh- volvió a decir Brittany
-y si no que- enfrento el chico con seguridad a su opositora
- esto!- en un rápido movimiento la bella le planto un beso en la mejilla derecha, que dejo al joven estupefacto y con un distintivo sello color carmín en el rostro -te lo advertí! Jajajaja- Brittany salio corriendo del auto y entro a la casa rápidamente
- bueno Josh, creo que es aquí donde yo también me despido, que tengas buena noche-  la pelirroja se escurrió nerviosa tras de su amiga sin esperar respuesta alguna. Sin decir palabra Josh arranco su camioneta y se fue, lo que iba pensando seria un misterio para todos.



     Las chicas se dieron un baño y sirvieron un par de platos con cereal para cenar mientras conversaban

-por que lo besaste otra vez? No ves que apenas se repuso de la ultima vez
-hum, lo hice para molestarlo, ademas se lo advertí, ya se le pasara me voy a la cama, hasta mañana-
-hasta mañana-
 
     Una vez en su habitación la cansada chica se arrojo en la mullida cama que había adquirido hace poco, tomo su celular que estaba en la mesita de noche y abrió la imagen de Josh que tenia guardada, se quedo contemplándola un rato y después comenzó a hablarle.

-¿por que te bese?, ¿por que?, se que no fue por hacerte enojar, pero tenia tantas ganas de hacerlo, era mi oportunidad y no podía desperdiciarla, y por lo de la flacucha de los helados no me arrepiento, tu te mereces algo mejor- asustada se levanto de un brinco y se sentó en la orilla de la cama soltando el teléfono, poniendo sus manos sobre su boca -pero que estoy diciendo, yo no debo sentir nada por el que no sea amistad, ya basta de esta tontería- tomo el teléfono y se dispuso a borrar la imagen que tenia de su mejor amigo, y cuando tuvo que confirmar la orden... -no puedo, no puedo es que es tan lindo, ¿lindo?, No, esto es cosa de la magia, tengo que apurarme a romper este hechizo rápido-




     Se dispuso a dormir, levanto la suave sabana de algodón, y se coloco bajo ella sintiendo como la envolvía, con su diminuta pijama eso era fácil de percibir, cuando por fin se acomodo y lista para cerrar los ojos tuvo un ultimo pensamiento.

-¿Josh se habrá enojado mucho?, espero que no- y con el en mente sonrió y se quedo dormida.




*******

     ¿Que les pareció este capitulo?, espero que bien, ya saben el espacio de los comentarios les pertenece, úsenlo, ya saben que yo respondo lo que me pregunten, estoy para ustedes, suerte.

ATTE.
ESCRITOR TG



martes, 17 de diciembre de 2013

UN MAGICO ORGASMO>CUARTA LUNA>CAPITULO 1

CAPITULO UNO
"C y K"

     En los cómodos sillones del consultorio ginecólogo del prestigiado Dr. Keith Brown, se encuentran esperando varias pacientes, todas ellas leyendo revistas para hacer mas llevadera su espera, una esta leyendo "BB tips", su embarazo aun no se nota, pero su entusiasmo es evidente en la sonrisa que tiene su rostro radiante, una mas lee "seventeen" se le ve nerviosa e incomoda, esto se adivina por la forma en que muerde la uña de su dedo indice, tal vez no espera buenas noticias, un poco mas allá otra mujer lee "cosmopolitan", y mas al fondo se encuentran otras dos mujeres que desentonan con la linea de lectura, una de ellas tenia en sus manos un libro de calculo avanzado y la otra un gastado ejemplar de "sports  islutrated", intenten adivinar quienes eran.

-¿tienes idea de lo rara que te ves con ese libro de calculo?- pregunto una. 
-no tanto como tu con esa revista deportiva, por cierto ¿de donde la sacaste? - respondió la otra mientras acomodaba sus lentes
-estaba sepultada en el fondo del revistero, se ve que lleva mucho tiempo hay, los reportajes son de la temporada pasada, pero era lo único que había para no aburrirme, se ve que no vienen muchos hombres aquí- dijo suspirando la bella rubia
-por supuesto que no, ¿ya se te olvido en donde estamos y a que venimos? Para todas aquí, tu eres la rara-
- no creo ser la única mujer del mundo que lea una revista deportiva-
-pero si la primera en hacerlo con la pinta que traes-




     Lo que dijo Clarisse tenia que ser verdad, era el inicio de la cuarta luna, y los cambios de Brittany volvían a hacerse presentes y por eso causaba extrañeza entre las presentes su elección de lectura, es decir, cuantas chicas con minivestido, un perfecto cabello y maquillaje, un costoso bolso "D&G" y calzada con unos "Jimy Choo" con tacones de doce centímetros, se molesta siquiera en hojear ese tipo de revistas; al voltear y sentir las miradas un poco inquisitivas de las demás mujeres del lugar sonrió, y mostrando la foto de un anuncio de ropa interior masculina les dijo.
-¿no creen que esta guapísimo? amigas-



     Todas asintieron con sonrisas picaras y continuaron con sus propias lecturas.
-bueno eso acabo con los malos pensamientos, no crees?- la rubia sonrió a su amiga y siguieron esperando.

     El tiempo transcurrió rápidamente y llego el turno de Brittany para su revisión, la enfermera la llamo y dando las gracias las chicas entraron al consultorio donde Keith las recibió con mucha alegría, sobre todo a Clarisse, cosa que a la otra chica le llamo la atención.

-¿que tal señoritas?- saludo dando la mano a Brittany, pero a Clarisse le dio un beso y un abrazo -que gusto verte Clarisse- con un gesto de las manos les ofreció asiento
-a mi también me da gusto verte Keith- contesto la pelirroja
-te he dejado algunos mensajes, pero nunca recibo respuesta-
-es que he estado muy ocupada, pero si quieres dime ahora en que te puedo ayudar-
-solo deseaba conversar sobre algunos libros que te quiero recomendar, se que te gustan los calabozos y dragones-
-si me gustan mucho, que libros son-
-pues mira son...- el buen doctor no pudo terminar la frase pues fue interrumpido por la que en ese momento era su paciente
-ejem! holaa, aquí estoy, podemos comenzar con la consulta si no les importa, deseo ir a perforar mis oídos-

     Tanto Keith como Clarisse se quedaron un poco apenados pues ciertamente sin darse cuenta se habían olvidado de ella por un momento
-cierto! Tienes razón Brittany, lo siento por favor pasa a cambiarte y sube a la silla de auscultación- le pidió el galeno a la rubia
-de acuerdo- contesto la chica y lo hizo rápidamente


     La revisión fue rápida y para suerte de la paciente esta ves el famoso "pato" no fue requerido, de manera que la linda joven se cambio de nuevo; mientras lo hacia escuchaba como Clarisse y su amigo conversaban animadamente y reían, era obvio que el medico conocía muy bien a la chica y viceversa, la consulta anterior no lo había notado por estar refunfuñando y gritando por el mal humor, al salir de detrás del biombo vio a los amigos sonriéndose, mientras Keith entregaba los libros que había mencionado unos minutos antes, se veían tan contentos que a la rubia casi le dio pena interrumpirlos al sentarse junto a Clarisse.

-y que tal doc, ¿como estoy?- pregunto Brittany suspirando
-todo se ve bien, no parece haber ningún problema, insisto en que todo parece como  nuevo- le dijo Keith rascándose la barbilla
-pues ya no tan nuevo- farfullo Brittany apenada
-supongo que te refieres al hecho de haber iniciado tu vida sexual?- pregunto el medico con un tono muy profesional
-pues si- respondió Brittany con desgano
-las pastillas no te han provocado efectos desagradables? Como la interrupción de tu menstruación o algo así?-
-solo he tomado una y no me hizo sentir nada-
-como que solo una!?- la sorpresa de Keith fue mayúscula
-pues si, solo tuve sexo una vez y la tome inmediatamente después de hacerlo-

     Para un profesional de la medicina moderna como Keith, era inconcebible que una mujer que se juzgaba moderna por su forma de vestir y comportarse, no tuviera la mas mínima idea de como se usaba un medicamento que existe desde la década de los sesenta.
-¿no leíste el instructivo del medicamento?- pregunto Keith sin salir de su sorpresa
-no, como es una pastilla para evitar el embarazo pensé que solo se tomaba cuando se tenían relaciones, ¿que no es así?- esta vez fue una asustada rubia la que preguntaba al hombre de bata blanca.

-pues lamento decirte que no, los anticonceptivos deben tomarse uno diariamente, y para que funcionen correctamente se debe seguir el ciclo que viene marcado en el "blister" que contiene las píldoras, espero que no te ofendas pero debo preguntarte, ¿usaron preservativo?-
-si, el se puso uno antes de...- apenada Brittany no se animaba a terminar la frase
-no te preocupes, comprendo, eso nos evita tener que hacer una prueba de embarazo y un examen de "eliza"-
-¿que es eso?- pregunto una ves mas la desinformada rubia
-es el nombre del examen que sirve para detectar la presencia del VIH-

     El medico no dejaba de sorprenderse de la total falta de conocimiento sobre estos temas de la chica, lo que el no sabia era que su paciente era en realidad un egocéntrico patán al que nunca le intereso informarse; Brett Mcarty se creía invencible y las enfermedades no le importaban en lo absoluto.

-sabes tuviste mucha suerte Brittany, tu pareja se cuido, de ahora en adelante sigue mis indicaciones ¿si?, Bueno es todo por ahora, te veré dentro de un par de meses, espero que esta vez me ayudes a conseguir tu expediente medico-
-si doc, nos veremos- le respondió la rubia mientras que en su interior deseaba no volver a pisar ese consultorio
- y tu roja, espero que pronto nos reunamos para comentar los libros- Keith tenia un pequeño brillo en los ojos cada que se dirigía a Clarisse y Brittany lo notaba
-ya veremos, te agradezco los libros, yo te llamo, nos vemos- contesto la aludida con un claro tono evasivo que dejo a Keith un poco triste y a la rubia muy sorprendida.

     Clarisse se despidió de prisa y salio casi corriendo del consultorio, su amiga igualmente se despidió con la mano y salio tras de ella alcanzándola en el elevador.

-que paso allá CM?-
-de que hablas?- Clarisse seguía con su tono evasivo
-hablo de que el doc prácticamente te pide matrimonio y tu lo mandaste a freír espárragos-
-es tu imaginación, en serio vas a perforar tus oídos?- Clarisse trato de cambiar el rumbo de la conversación
-hay si! Vi unos aretes de brillantes maravillosos el otro día en... Oyee! No me cambies el tema- el nuevo capricho de la magia era el de hacer que la joven rubia le enloquecieran los aretes y la joyería en general -vamos a comprar los aretes y después te invito a comer, así me cuentas todo, ni pienses que te vas a escapar-


     Después de pasar un rato desagradable en el local de "piercings", pues los gritos de Brittany llamaron la atención de todo el mundo avergonzando mucho a Clarisse, la adolorida rubia cumplió su invitación y entraron al restaurante al que siempre les gustaba ir, por supuesto todo con la intención de satisfacer su nueva curiosidad de mujer.
-bien ya estamos aquí CM, ahora si cuéntame todo sobre Keith-
-pues veras- comenzó la pelirroja con un suspiro -oye Britt,  ¿eso es sangre?- dijo señalando la oreja izquierda de su amiga tratando de distraerla
-¿donde?!- saco asustada una polvera de su bolso para usar el espejo, y al no encontrar nada le hizo una mueca a su amiga, claro no sin antes admirar sus nuevos accesorios -mentirosa¡, ya deja de hacerte la tonta y cuéntame- al parecer esa curiosidad femenina no la dejaba en paz, casi tanto como la ansiedad que le provoco no usar los aretes
-de acuerdo, veras Keith es hijo de un amigo de mi padre, lo conozco desde que somos niños, aunque lo deje de ver cuando entro a la universidad, como podrás notar es tres años mayor que nosotros, después cuando nosotros fuimos los que ingresamos a la escuela lo volví a encontrar, un año antes de graduarse-
- y desde cuando quiere contigo- interrumpió curiosa la bella
-el no quiere conmigo! No inventes cosas-Respondió molesta Clarisse quitándose las gafas para limpiarlas con su camiseta
-no te hagas la tonta, es obvio que le gustas, cuanto tiempo llevas rechazándolo y sobre todo, ¿por que?- Brittany volvía a la carga sin saber lo que provocaría
-bueno Keith siempre a sido muy lindo conmigo, pero fue desde que nos reencontramos en la universidad que ha intentado salir conmigo-
-y por que no aceptaste salir con el si te agradaba?-
-es que yo prefería salir con Josh y contigo, tu sabes lo que sentía por ti, no perdía las esperanzas-
-es decir que no lo veías seguido?-
-de hecho si, el me visitaba seguido e insistía en salir, incluso una vez me pidió ser su novia-
-¿y porque lo rechazaste?!, debiste decirle que si!-
-bueno... Yo... No...- los hermosos ojos de la pequeña pelirroja comenzaron a humedecerse, asi que los limpio rápidamente con una servilleta
-que pasa linda? Ten confianza yo te escucho- la rubia tomo la mano de su amiga para reconfortarla y darle ánimos suficientes para desahogarse
-re... recuerdas la ultima vez que estuviste solo en mi casa?- los recuerdos llegaron de golpe a la mente de Brittany, y en su mente comenzaron a reproducirse claramente.


     Hace algunos meses atras en casa de Clarisse:

     Clarisse acostumbraba quedarse en casa la noche del domingo para estudiar y poner en orden sus proyectos escolares, eran ya las dos de la mañana, el tiempo se le paso sin sentirlo por su apasionada labor de estudio; estaba a punto de irse a la cama cuando el timbre de la puerta comenzó a sonar de manera insistente, de tal forma que la joven no lo quiso ignorar y se dirigió a la puerta.

-quien es?- pregunto antes de abrir, después de todo era muy tarde
-abre... Abreme CM, soy Brett- aunque la voz estaba deformada por haber bebido de mas, para Clarisse era inconfundible y abrió la puerta inmediatamente
-que tal Brett, que haces aquí?, pasa-
-hoolaaa CM, salí de fiesta y me metí en problemas con unos tipos, trate de ligarme a una chica y su novio se enojo, así que este es el lugar mas seguro para esconderme- al entrar, Brett inmediatamente se dirigió a la cocina y abrió el refrigerador para tomar una cerveza y algo de comer
-¿y Josh? Porque no esta contigo?- pregunto Clarisse extrañada, mientras lo seguía por todos lados como si fuera un cachorro
-el enano aburrido dijo que tenia que estudiar, ya lo conoces jaja- con su bebida y comida en la mano el ebrio chico se tiro en un sillón de la sala - entonces ¿me puedo quedar?-
-ya sabes que esta es tu casa, déjame recoger mis cosas y preparo el estudio para que ya te acuestes a dormir

     Para una chica enamorada es imposible mirar los defectos del objeto de su amor, por eso no le importaba lo impertinente e insoportable que fuera Brett, ella siempre lo justificaba y ayudaba cuando podía.

-listo Brett, tu cama ya...- cuando volvió a la sala, el intento de "don juan" ya estaba dormido, lo miro con ternura y armándose de valor lo despertó con un dulce beso en la mejilla
-he he¡. Si claro, ya voy, ayúdame- el petulante hombre se levanto con dificultad y apoyado en Clarisse llego a la habitación que su anfitriona le tenia preparada, el dulce aroma del cabello de la roja invadió su nariz, si bien a Clarisse no le gustaba arreglarse ni peinar su cabello, si era una mujer muy limpia y por lo mismo su enmarañada cabellera siempre olía bien -oye, te he dicho alguna vez que hueles muy bien?- pregunto Brett con algo parecido a una voz seductora, mientras acariciaba los rojos rizos
-jiji, no nunca- las mejillas de la joven comenzaron a tomar color
-oye tu piel es muy suave, no me había dado cuenta- le decía mientras acariciaba su mejilla, en ese momento el rostro de la joven ya era del color de su cabello
-Brett, yo...- no pudo decir mas, por que el hombre la tomo de la cintura y la acerco a el, y con su mano izquierda retiro los gruesos lentes que cubrían sus ojos
-tus ojos son hermosos rojita- era la primera vez que Brett era cariñoso con Clarisse, así que la tenia totalmente desarmada, la beso apasionadamente, ella no tuvo fuerzas para resistirse, y aunque las hubiese tenido no lo habría hecho, estaba perdidamente enamorada.



     Para cuando se dio cuenta Clarisse ya estaba desnuda sobre el sofacama del estudio, el mismo Brett se sorprendió de ver el cuerpo de la pequeña pelirroja, su piel alabastrina bellamente salpicada de pequitas, su menudo talle y sus senos y caderas en perfecta proporción acomodados sobre su abundante cabellera, sumado a un semblante nervioso incluso un poco asustado, le hacían parecer una doncella medieval en su noche de bodas, la joven estaba dispuesta a todo a pesar de las reservas que su virginidad le imponía.

     Brett también se desnudo rápidamente, se recostó junto a ella y como era su costumbre comenzó a estrujarla y morderla, ella no sabia lo que era estar con un hombre, esto y el amor que sentía por aquel chico le hacían sentir que esas eran bellas caricias, al no saber que hacer la dulce joven se limitaba a dejar que Brett la hiciera suya como mejor le pareciera, y a cada caricia, beso, o mordida le hacían sentir descargas eléctricas en su cuerpo. 

      llegado el momento de la verdad, Brett la levanto y abrió las piernas de la roja bruscamente, la nerviosa joven permanecía en silencio esperando experimentar aquellas sensaciones de las que solo había leído o escuchado, pero el aun no lograba su erección, el alcohol y el cansancio se lo impedían, en vano intento empujar su flácido miembro contra la delicada vagina, cada vez con menos ímpetu; Clarisse soporto todo por la ilusión del amor pero después de muchos intentos el patán se quedo profundamente dormido sin lograr nada sobre una decepcionada mujer, que no pudo hacer mas que suspirar y sonreír, conformándose tan solo con el hecho de estar junto al hombre que amaba; después de un rato el sueño la venció y juntos se quedaron profundamente dormidos en el estudio hasta el dia siguiente.

     El mesero llego para sacar a Brittany de su pasaje mental, las dos chicas pidieron lo que deseaban comer y el joven que las atendió les dijo que les traería su orden inmediatamente, en cuanto se fue, la rubia reanudo la conversación

-ok CM, si recuerdo aquella ocasión, y que bueno por que gracias a eso fue que me reconociste aquella noche que llegue a tu casa transformada, si no te hablo de eso al oído tu jamas hubieras creído que yo era yo, pero... ¿eso que tiene que ver?-
-es que nunca te conté lo que sucedió mientras dormías- ahora la que comenzaba a tener recuerdos era la roja



    Son las dos de la tarde, la primera en despertar es Clarisse, Brett aun sigue roncando, la borrachera fue pesada y ademas el chico no tiene por costumbre levantarse temprano, la ilusionada pelirroja se dirigió a la cocina para preparar algo de comer, conocía de sobra a Brett y sabia que despertaría con apetito, en eso estaba cuando sonó el timbre de la puerta.

-hola! Keith que gusto verte pasa-
-hola Clarisse, me tranquiliza verte bien, fui a buscarte a la universidad y al no encontrarte pensé que estabas enferma o algo así- el joven medico le entrego un pequeño ramo de flores que llevaba para ella
-gracias- Clarisse las recibió algo apenada, n se sentía bien de recibir un presente sabiendo que tenia a un hombre en la casa
-vengo a invitarte a salir, tengo algo muy importante que decirte- le propuso sonriente el doctor
-no puedo salir en este momento,  estoy algo ocupada, si quieres dímelo ahora-
-ok- Keith suspiro profundo y tomo la mano de Clarisse -tu sabes cuanto me gustas roja, tiene mucho tiempo que quiero decírtelo, pero solo al no verte donde siempre y sentir temor de perderte, encontré el valor para hacerlo así que te pregunto, quieres ser mi novia?-
-Keith, eres muy lindo y sabes que te quiero mucho pero justo ahora acabo de iniciar una relación-
-ooh, lo siento, no lo sabia, pensé que no tenias pareja- la decepción era evidente en el pobre chico, pero su madurez hizo acto de presencia - bueno no te molestare mas, discúlpame por incomodarte y si me necesitas, sabes que cuentas conmigo- triste, el hombre se dirigió a la puerta y se fue dejando a Clarisse un poco apenada

     Para la pelirroja esa no era una situación común, en pocas horas el chico del que estaba enamorada casi le hace el amor, y otro chico guapo que conocía desde hace tiempo le había pedido ser su novia, sin embargo ya había tomado su decisión; cuando tuvo listo el abundante  desayuno justo como le gustaba a Brett, lo puso en una mesita de servicio y se lo llevo al rubio que aun no despertaba

-levántate dormilón, el desayuno esta servido- le hablo cariñosa mientras colocaba la comida a un lado del sofa-cama
-eh, que, ¿donde estoy?- pregunto aun confundido, pero al ver a Clarisse sentada a su lado recordó todo y con tono indiferente le dijo -a eres tu-
-si amor, mira te traje el desayuno como te gusta, cómelo antes de que se enfrié, también te traje aspirinas para el dolor de cabeza-

     Brett tomo la mesita de servicio, ingirió las pastillas primero, pasándolas por su garganta con algo de jugo y luego comenzó a devorar todo, sin siquiera darle las gracias a su anfitriona, que lo miraba feliz mientras engullía los huevos, el tocino y el pan con mantequilla que con cariño le habían preparado, Al sentir la mirada de la chica, el insufrible tipo pregunto.

-¿por que me miras así?-
-lo siento cariño, es que estoy muy feliz por lo de anoche- contesto sonrojada
-aaah, por eso, mira CM es mejor que lo olvidemos si?-
-¿por que?- cuestiono sorprendida - Si lo dices por que no pu...- entonces fue interrumpida por un furioso Brett
-eso no fue culpa mía!, lo que pasa es que no me existas para nada, solo mírate a ningún hombre se le pararía contigo, lo mejor es que no se lo digamos a nadie,entendiste?, A nadie, y menos al enano es capaz de exigirme que me case contigo y yo tengo una reputación que cuidar, mejor tan amigos como siempre ok, y por favor no vuelvas a llamarme amor-
-de... De acuerdo- respondió la frágil joven con la voz quebrada y la mirada al suelo.



     Cada palabra que salia de la boca de ese hombre iba partiendo pedacito a pedacito el corazón de Clarisse, que sentía como las ilusiones que había construido se iban haciendo polvo por el maltrato y desprecio con el que le hablaba el que ella creia era el amor de su vida.

      inmediatamente después de terminar de comer, Brett se vistió y se fue sin siquiera despedirse, ella levanto los utensilios del desayuno y los llevo a la cocina, lavo todo, lo seco y acomodo en el lugar que  correspondía,todo como si fuera un zombi, se dirigió a su habitación, entro al baño y se miro al espejo durante unos segundos, como reprochándose a si misma el no ser la mujer que Brett deseaba, en ese momento estallo en llanto, un llanto que duro todo ese día.




     Secando algunas pequeñas lagrimas, Clarisse termino su relato a la que ahora es su mejor amiga.

-y después de eso, deje de frecuentarlo, lo veo muy esporadicamente, no tengo cara para verlo a los ojos después que lo rechace, y ademas creo que tenias razón, no soy suficientemente bonita, el merece algo mejor- al voltear a mirar a Brittany, noto como por sus mejillas corrían también un par de lagrimas negras - no llores, eso fue hace mucho-
-estas loca, no importa hace cuanto tiempo fue, me porte como un bastardo- le decía la rubia entre sollozos y tratando de limpiarse el rostro, que se ennegrecía con el rimel diluido -perdóname por favor, era mentira todo lo que te dije, ahora me doy cuenta que te lastime, si no pude hacértelo es por que estaba muy ebrio, tu eres muy hermosa, el "doc" seria muy afortunado en tenerte como pareja y por mi estúpida culpa ustedes no están juntos y felices como debería de ser- la magia le había dado a Brittany una sensibilidad femenina muy grande y aunque le incomodaba, reaccionaba así a casi todo
-cálmate Britt, ya no tiene caso sufrir, las cosas son así, yo ya me resigne, pero si te hace sentir mejor yo te perdone desde hace mucho, incluso antes de lo que te paso- las palabras de la roja eran sinceras y mientras se las decía a la rubia, también le daba un abrazo fuerte para reconfortarla
-pero de mi cuenta corre que vas a estar bien, y te prometo que antes de que vuelva a la normalidad y regrese a ser el imbécil que era antes me voy a encargar de que seas feliz, ya lo veras-

     En eso estaban, cuando un chico se acerco y en un tono que el creyó simpático le dijo a la rubia.

-oye lindura, por que no dejas al adefesio y vienes conmigo a dar una vuelta-

     Brittany soltó a Clarisse y le pidió un segundo de espera con una señal de sus dedos, saco su polvera y arreglo su maquillaje, se levanto y sonriendole al tipo, le rodeo su cuello con los brazos, y en cuanto sintió que el relajaba el cuerpo, zas! Le soltó un tremendo rodillazo justo en las "joyas de la familia" que lo puso a gemir de dolor en el piso con las manos en la entrepierna, la rubia puso su tacón derecho sobre el pecho del hombre y le dijo.

-eso es para que aprendas a respetar a las damas, y ademas mi amiga no es ningún adefesio, vayámonos amiga, este lugar ya se volvió desagradable-

     Clarisse asintió sonriendo, tomo su mochila, le paso la bolsa a su amiga y salieron del lugar muy sonrientes, dejando a todos los comensales con la boca abierta.





martes, 3 de diciembre de 2013

UN MÁGICO ORGASMO>TERCERA LUNA>CAPITULO CUATRO

CAPITULO CUATRO
"precoz"

     En el vecindario donde se encuentra la casa donde viven las chicas, regularmente las mañanas son muy calmadas, sobre todo las de los domingos, en las que el silencio es casi absoluto, pero no esa mañana en la que las chicas fueron despertadas por la alarma de reversa de un camión de mudanzas que se estacionaba en la casa de a lado, que había estado desocupada hasta esa mañana.



     La primera en asomarse fue Clarisse que por primera vez en mucho tiempo estaba desocupada, porque ahora era su amiga "Britt" quien se ofreció a preparar el desayuno.

-Britt¡ ven mira parece que tendremos nuevos vecinos- grito desde la ventana de la estancia
-ahora voy¡ dejame terminar con esto¡- contesto Brittany terminando de colocar los huevos estrellados en los respectivos platos y después fue corriendo hacia la ventana

     Detrás del camión de mudanzas, llego un auto compacto blanco cargado hasta el tope de cosas, de el bajo un joven muchacho de no mas de diecinueve años, era fácil deducir que era el nuevo inquilino, bastante guapo, cabello claro y una mirada tierna, casi infantil pero con un cuerpo que que denunciaba que ya era un hombre.


-¿que te parece?- pregunto Clarisse a su amiga sin dejar de observar al chico
-¿que me parece de que?- respondió Brittany con otra pregunta, mientras se dirigía a la barra de la cocina para comenzar a desayunar seguida de la pelirroja
-¿pues que si te gusta?- volvió a la carga entusiasmada Clarisse
-por supuesto que no, a pesar de mi apariencia CM a mi no me gustan los chicos-
-pero yo pensé que...-
-pues no pienses, por que no los encuentro atractivos para nada-
-pero entonces ¿como piensas romper el hechizo?-
-bueno, eso es harina de otro costal, efectivamente tengo que intentarlo, ¿tu crees que el nuevo vecino sea adecuado?- la rubia se rascaba la cabeza llena de duda
-no te preocupes voy a investigar y si no tiene ninguna novia y vive solo seria un buen candidato pues como no lo conoces no te seria tan raro-
-en eso tienes razón, solo espero que no se repita lo del imbécil de Michael-

     Las amigas terminaron de desayunar y por increíble que suene mientras Brittany lavaba los platos Clarisse se encargaba de vigilar al prospecto de héroe que regresaría a Brittany a la normalidad; la mañana siguio con tranquilidad, y unas horas después, el camión de mudanzas ya vació se perdió en el horizonte dejando al joven solo en casa.

     Una curiosa Clarisse fue y toco la puerta con el pretexto de presentarse con el y ponerse a sus ordenes, de esta manera le saco unos minutos de conversación, suficientes para obtener los datos necesarios, Clarisse tenia una cara tan ingenua que la gente le platicaba sus cosas con toda confianza y sin sospechar nada raro de ella y aunque nunca fue una chismosa esta vez lo hacia por ayudar a una amiga, al final le pidió un martillo prestado y corrió a casa a darle el reporte a Brittany.



-Britt¡ Britt¡ donde estas?¡- gritaba la pelirroja inmediatamente después de atravesar la puerta de la casa
-aquí en mi recamara jugando X-BOX- contesto la rubia sin apartar la mirada de la pantalla
-listo amiga, se llama Jhon, es soltero y vive solo tiene diecinueve años y acaba de ingresar a la misma universidad que nosotros, me parece que es muy amable y no te va a hacer pasar un mal rato, ahora todo depende de ti-
-guau¡, eres mejor que el FBI, pero ¿ahora que hago?- dijo Brittany nerviosa soltando el control y levantándose del sillón en el que estaba cómodamente sentada
-pues para empezar, ir a verlo y si puedes seducirlo de una vez, al mal paso darle prisa-
-va a pensar que soy una loca si voy a verlo así nada mas-
-por eso le pedí esto- dijo Clarisse con una sonrisa mostrando el martillo
-pero si aquí tenemos martillo esta en la caja de herramientas que nos presto Josh-
-ya lo se boba, es para que tengas el pretexto de ir a devolverlo,daaa¡-por primera vez  desde que conocía a Brett, Clarisse se atrevía a hacerle una burla, aunque no era a su amor platónico a quien iban dirigidas sino a su despistada amiga, incluso atreviéndose a darle un coscorrón en la cabeza - ahora arréglate y acaba con esto-
-ouch!de acuerdo-protesto la rubia sobándose la cabeza -Ufff, espero poder lograrlo esta vez -Brittany se dirigió al closet de inmediato pero antes se dio la vuelta para abrazar a su amiga una vez mas -gracias CM, dijiste que me ayudarías a pesar de todo y lo cumples, eres la mejor-



     La verdad es que Brittany no tenia la mas mínima idea de que hacer para "seducir" a Jhon como le había dicho Clarisse pero al momento de estar escogiendo su ropa, como siempre la magia comenzó a hacer de las suyas haciéndola escoger ropas que la hacían parecer un sueño erótico, esta vez escogiendo un micro-short, una blusita de algodón blanca, la que se puso sin sostén y unos tacones altos que hacían que sus piernas lucieran eternas como el universo.

     El maquillaje y su cabello quedaron perfectos, la rubia era la viva imagen de lo que los hombres llamamos "la chica de a lado" era la vecinita ardiente perfecta; tomando el martillo se dirigió a la casa de Jhon y toco el timbre, espero unos minutos y el muchacho abrió la puerta; sus rostro denotaba un poco de cansancio por las labores de la mudanza pero al ver a la belleza en su puerta no tuvo mas que sonreír.



-ho... hola, vine a devolverte tu martillo, soy la compañera de Clarisse, Brittany- saludo la rubia con mucho nervio
-mu... mu... mucho gusto yo soy Jhon- la timidez del chico era evidente lo que complicaría las cosas para la rubia
-me invitas a pasar?-
-si... Claro, disculpa- saliendo de su marasmo Jhon le cedió el paso a su vecina y cuando tuvo oportunidad de ver la parte posterior de su cuerpo, el contoneo de sus caderas lo termino de hipnotizar.

     La siguió atravez de la desordenada estancia, al no contar con ayuda de nadie, Jhon no había arreglado casi nada de su nuevo hogar
-veo que aun te queda mucho trabajo por hacer- menciono la joven mientras se abría paso entre un mar de cosas
-si tienes razón, pero es un precio pequeño por tener independencia- respondió el, frotando con notables nervios su brazo derecho
     Pensando en como animarlo a dar el primer paso, Brittany miraba para todos lados buscando un buen pretexto para animar a John a dar el primer paso; de repente noto que la cocina era el único sitio de la casa que estaba mas o menos arreglado, sin pensarlo realmente se dirigió caminando coquetamente hacia la barra de la cocina y de un saltito se sentó sobre ella y cruzando las piernas llamo a su anfitrión para tratar de conseguir su objetivo, en su mente la rubia repasaba todas las veces que una chica le había coqueteado, intentando encontrar la estrategia adecuada para llegar al chico, y muy a su pesar comenzó a fingir que Jhon le atraía y con voz melosa dijo

-ven amiguito no muerdo... a menos que lo pidas-

     Lo que Brittany nunca noto, provocado por el hecho de estar mas preocupada de sus propias reacciones, fue la enorme timidez y nerviosismo de Jhon, quien desde que la vio en la puerta comenzó a sudar frió

-cl... claro- contesto el chico y avanzo apenas dos pasos hacia ella mientras secaba sus manos sudorosas en los costados de su pantalón

     La labor de Brittany pintaba mas difícil de lo que ella se hubiera imaginado, suspirando y con la mirada en blanco bajo de donde estaba y se acerco a Jhon para tomar su mano con el pretexto de alabar su reloj, pero al tomarla parecía que el chico se acababa de lavar las manos de lo húmedas que estaban, soportando el asco trato de acercar su cuerpo al de el, por supuesto sin éxito ya que el asustadizo joven se alejo de inmediato con una risa nerviosa, atinando únicamente a tartamudear
-t... te... gu... gus... gustaría to... to... mar algo-
-bueno… tienes agua mineral-
-n… no lo… lo siento es que aun no he ido de compras, te importaría beber agua natural?- era evidente que el chico estaba realmente apenado
-si, como sea- contesto la joven ya un tanto desesperada
-dame un minuto, creo que la deje por allá- contesto rápidamente el atribulado chico y se puso a buscar una garrafa de agua que debía tener en alguna parte.

     Por fin, después de unos minutos Jhon le sirvió el agua a Brittany en una taza metálica, de esas que se usan en los campamentos, pues fue el único recipiente que tenia disponible; al momento de recibir la bebida, Brittany roso su mano con la de el muchacho, que al sentir el suave tacto de la piel una vez mas, comenzó a sentir que su "amiguito" comenzaba a reaccionar, Brittany al notarlo aumento la presión del momento para que su presa cayera por fin en la trampa.

     Al ver a Jhon tan nervioso Brittany no pudo evitar esbozar una sonrisa, era raro, pero la situación no le disgustaba del todo, se sentía bien tener el control de las cosas aunque fuera desde el angulo femenino, para continuar disfrutando de la situación sorbió un poco de agua para después lamer los restos de sus labios muy lenta y sensualmente, esta acción puso a Jhon en una posicion muy "dura" totalmente evidente aunque hacia vanos intentos por ocultarla con lo que tuviese a la mano.

     Después de un rato, la diversión de Brittany se fue convirtiendo en fastidio, pues Jhon, a pesar de desearla con todo su ser no encontraba el valor para dar el ultimo paso, en su mente, la aburrida chica solo podía pensar en que hacer para acabar de una vez con ese tedioso asunto.

-que calor hace, no crees?- le dijo Brittany a Jhon, abanicando con una revista su busto, provocando que una gota de sudor lo recorriera lentamente, para ese punto el muchacho ya tenia el rostro enrojecido un poco por la excitación y otro poco por la vergüenza, la erección de su miembro estaba a punto de romper sus pantalones.

     Brittany noto el bulto en la entrepierna de Jhon, sabia que estaba a punto de lograr romper la resistencia y timidez del chico, todo con la esperanza de que con su juventud y vigor lograra lo que Michael no pudo o mas bien no quiso hacer.

      Asi que siguiendo al pie de la letra aquel dicho que dice "a situaciones desesperadas medidas desesperadas" hizo su ultima jugada.
-si con esto no se abalanza sobre mi, me rindo- pensó Brittany para si misma y fingiendo que volvería a beber, derramo toda el agua que tenia sobre su blusa lo que obviamente provoco que esta se transparentara dejando a plena vista los pechos erectos de la rubia.
-ho, lo siento que torpe soy, mira como me he puesto- dijo con una voz ingenua y dulce cubriendo sus pezones con sus manos
-ouh, ouh, aaah, aaaah- gimió el pobre Jhon que no resistió mas y respirando  agitadamente cubría su entrepierna con un libro que tomo de un estante y se daba la vuelta apenado.
-que pasa Jhon?- pregunto ella con preocupación genuina, a pesar de todo aun había un hombre en su interior y recordaba lo dolorosa que podía ser cualquier cosa en los genitales
-na... nada, ouuh- respondió el con gesto de intranquilidad mas que de dolor
-dime, anda, te quiero ayudar- le decía mientras se acercaba a el
-no nada, en serio, no te preocupes- con un movimiento rápido no dejo que la chica lo tocara.
      trato de alejarse de ella caminando hacia atras, pero para su mala suerte un balón de basketball lo hizo tropezar y al caer al piso por tratar de detenerse usando sus manos, descubrió su entrepierna dejando a la luz una mancha que evidenciaba lo que había sucedido, Brittany se quedo de una pieza, llevo sus manos a su rostro sorprendida por haber hecho que Jhon se corriera sin siquiera tocarla, a la sensación de sorpresa le siguió la decepción, por que todo resulto en vano, sin embargo pensó.
- si fuera yo me gustaría otra oportunidad, ademas ya vació deberá poder resistir mas-

     Le ofreció ayuda para levantarse y aunque al principio Jhon estaba reacio a aceptarla, con una sonrisa la rubia le dijo.

-no te preocupes amiguito, esto le pasa a cualquiera- y mas tranquilo Jhon se levanto con la ayuda de su hermosa invitada; Al momento de levantarse el muchacho recibió una vista panorámica del frente privilegiado de Brittany que seguía visible a traves de la blusa mojada, lo que aunado a su juventud comenzó una segunda erección.

-ok, veo que ya estas repuesto- dijo ella sonriendo -por que no limpiamos un poco esto y quizás después...- la beldad rubia tomo un paño que estaba sobre la barra de la cocina y abrió el pantalón del muchacho para limpiar su miembro, al ver aquel pene erecto, la joven apenas podia contener el asco, pero las ganas de romper el hechizo la hacian seguir adelante; pero por increible que parezca en cuanto el joven vecino sintio el roce de las manos de ella volvio a gemir eyaculando de nuevo, esta vez manchando el short de Brittany, quien dando un salto y un grito se retiro del apenado chico.
-aaash! Que asco!- grito ella, sin poder evitarlo, haciendo sentir mal a Jhon
-lo siento!, lo siento!, perdoname yo...-
-ok, ok, no hay problema- le contesto Brittany, respirando profundamente -de acuerdo no se si esto sea posible, pero intentemoslo de nuevo, si?-
-de acuerdo, yo mismo me limpiare, solo arrojame el paño por favor-
-esta bien, donde quedo? No vi donde lo tire- dijo ella buscando con la mirada
-hai, mira, en el piso detras de ti- le señalo el
-haa, ya lo vi- Brittany dio media vuelta dandole la espalda a Jhon y se agacho a recoger el paño, lo que provoco que el micro-short se metiera entre sus redondos gluteos, dejando una vista que al precoz chico no pudo soportar; Brittany aun no alcanzaba el paño cuando sintio que un liquido tibio y viscoso caia sobre su espalda y cuello, se levanto lentamente y de la misma forma dio media vuelta retirando con su mano lo que habia caido en su cuello y al ver la sustancia blancusca y pegajosa entre sus dedos, su reaccion no se hizo esperar.
-TIENES QUE ESTAR BROMEANDO!- le grito furica al chico que aun tenia los pantalones abajo y no sabia ni que decir -NECESITAS AYUDA URGENTE!-
-lo siento, no pude evitarlo,de verdad- dijo con el rostro ardiendole de verguenza
-hagamos de cuenta que esto nunca paso de acuerdo, por tu bien mantendremos esto entre tu y yo- dijo Brittany muy seria mientras se limpiaba las manchas con el paño y se dirigia a la puerta -haa, y por supuesto no me vuelvas a buscar, o le contare esto a todo el mundo, entendiste? guaak que asco!- tiro el paño al piso y se fue de vuelta a casa.

     Cuando llego, Clarisse estaba sentada en la sala estudiando, cuando vio llegar a su amiga molesta, inmediatamente fue tras ella. Ya en la recamara de Brittany, la rubia se desnudo y entro al baño para darse una ducha.

-que paso?- pregunto Clarisse curiosa
-bueno amiga, solo digamos que no funciono- contesto en tono un poco molesto
-lo siento- la rojita dijo apenada
-no te disculpes linda, no fue culpa tuya- le respondió desde la ducha ya mas calmada
-donde pongo tus cosas- pregunto diligente Clarisse levantando la ropa del suelo, ya mas tranquila de que su amiga no estuviera molesta con ella
-los zapatos en mi closet por favor, y la ropa tirala a la basura o quemala, lo que quieras-
-pero, por que?- Clarisse se quedo muy sorprendida, por que la ropa era nueva
-hay! CM, de verdad no quiero hablar de eso- contesto suspirando la rubia - solo digamos que ya se lo que sintió Monica Lewinsky cuando estuvo en la casa blanca-
-ok- contesto Clarisse y se dirigió hacia el deposito de basura que se encontraba afuera para cumplir con los deseos de su amiga, mientras caminaba, la roja cavilaba sobre lo ultimo que le había dicho Brittany -Lewinsky, Lewinsky, me suena ese nombre- justo al llegar donde estaba el contenedor, recordo todo sobre aquel escándalo, sobre todo lo ocurrido con el vestido azul.

-entonces si a Britt le paso lo mismo que a monica...- miro la ropa entre sus manos sorpremdida un segundo, para luego arrojarla al deposito y entrar a la casa gritando a lavarse las manos por lo menos unas diez veces.

*****

     Espero que la espera hay valido la pena, si no háganme saber su opinión ya saben que estoy para servirles ya sea en los comentarios o en el correo, se que lo he dicho antes pero prometo tratar de no atrasarme tanto, nos vemos pronto.

ATTE.
ESCRITOR TG