domingo, 25 de mayo de 2014

UN MAGICO ORGASMO>QUINTA LUNA>CAPITULO TRES

"Un viaje inesperado"


     Hace mas de ocho meses que Marie Mcarty no recibe una llamada de su hijo, ya no digamos una visita, de hecho la última vez que tuvieron una charla, solo fue para advertirle a ella que no quería que lo molestara con tonterías por que estaría muy ocupado; por supuesto esas ocupaciones no eran otra cosa que salir de fiesta y de conquista





- Cómo que una crisis?, de qué hablas?, cómo está?, qué tiene?, Dime!- Brittany saltó de la cama y tomó a Josh por las solapas, poniéndose histérica
- Cálmate - Josh la abrazó fuertemente para controlarla -Me dijeron que tuvo un pre-infarto, está delicada pero estable, tengo que ir a arreglar las cosas con el hospital y a verla-
-Llévame contigo por favor-
-Estás segura?-
-Sí por supuesto-
-Es que... En tu situación... Tú entiendes... no vas a poder...tratarla como tu mamá-
-Me controlaré, lo prometo, pero necesito verla-
-De acuerdo, prepara tu equipaje, yo voy a hacer lo mismo a mi departamento, le pediré a lucy que arregle todo en el aeropuerto, vendré por tí en una hora- propuso Josh usando un tono de liderazgo

     De verdad que era una suerte que los Mcarty fueran una familia económicamente poderosa, para situaciones de emergencia, como la que se habia presentado era muy oportuno tener un avión privado con hangar propio, bastaron un par de llamadas de Lucy a la terminal aérea para preparar todo para el viaje.





     Cumplido y puntual como siempre, el pelinegro llego a donde lo esperaba Brittany exactamente en el tiempo prometido

-Ya estás lista?, nos esperan en el hangar-
-Sí, ya vámonos- la rubia estaba bella como siempre, no importa que no hubiese dormido y no parecía tener resaca ni por asomo, se veía simplemente espectacular con el traje de dos piezas de chanel en color rosa, su cabello recogido en una coleta del lado derecho y unas finas gafas "D&G", salió al encuentro del chico con un neceser en la mano
-Ése es todo tu equipaje?- preguntó él sorprendido
-Claro que no tontito, éste es solo mi maquillaje, mis maletas estan adentro, me ayudas por favor, te espero en el auto- pidio melosa, el tono que usaba por que sabía que con el, Josh nunca le negaría nada
-De acuerdo- él muy ingenuo aceptó, pero al abrir la puerta se encontró con tres maletas grandes y dos pequeñas, que por lo que pesaban se deducía que estaban bien llenas


 


     El aeropuerto estaría mas o menos a un par de horas de distancia, tiempo que la rubia aprovechó para dormir plácidamente, mientras el conductor se esforzaba por no distraerse admirando su belleza.

     Al llegar al hangar privado perteneciente a "Mcarty Inc." El jet de la empresa, un "High Tech" de nueve plazas, ya estaba preparado para despegar, Brittany y Josh bajaron del vehículo terrestre y se dirigieron a abordar el avión, la tripulación, compuesta por el capitán Jones, el copiloto y una azafata, los recibieron al pie de la escalinata que llevaba a la puerta de la nave. Después de saludar a la tripulación, los pasajeros abordaron el lujoso vehículo, mientras personal del hangar subía su equipaje,la azafata servía el desayuno, que se preparó por encargo de Lucy, un aperitivo ligero compuesto por fruta, pan tostado, y café; los jovenes lo tomaron regalándose sonrisas y miradas complacientes, pero en silencio, estaban cansados y prefirieron dejar la conversación para después. Cuando todo estuvo listo, el capitán anunció el despegue, dio intrucciones de seguridad y demás protocolo habitual, la aeronave levantó el vuelo sin novedad; el moderno jet contaba con todas las comodidades, los seis asientos eran de piel, mullidos y ortopédicos, diseñados para el correcto posicionamiento del cuerpo humano, razón por la cual la pareja de viajantes se quedó profundamente dormida para reponer el sueño perdido.





     El trayecto ocurrió sin novedad, justo antes de llegar al aeropuerto de Boston, el capitán Jones, anunció los protocolos de aterrizaje, cortesmente la azafata despertó a los pasajeros para que se colocaran en la posición adecuada y se pusieran el cinturón de seguridad.

     En tierra los esperaba ya un automôvil de renta que Josh llevaría directamente al hospital donde se encontraba convaleciente la madre de Brittany, en el camino se inició la conversación que no tuvieron en el avión
-Britt-
-Dime enano-
-Cómo es que te arreglaste tan bien y ademas empacaste cinco maletas en apenas una hora?-
-Bueno...- Britt se quedó pensando un momento -...no sé, no recuerdo mucho de eso, lo último que tengo claro fue cuando me lo ordenaste, y un minuto después ya estaba frente al espejo terminando de aplicarme el brillo labial-
-Pero yo no te lo ordené -
-Pues sonó como una orden, tal vez fué uno de esos trances tan raros en los que entro por el hechizo, ya paso, no quiero hablar del tema-

     El jóven ejecutivo le hizo caso a su acompañante y permanecieron en silencio hasta llegar al "Medical Center of Boston"; en pocos minutos estaban frente a la recepción del moderno nosocomio





-Buenos días señorita, me puede informar en que habitación está y quién es el médico de la sra. Marie Mcarty-
-Quién pregunta?- habló diligente la enfermera
-Soy Josh Brody, albacea provisional de la sra.Mcarty-
-Pérmitame un segundo- la empleada comenzó a revisar su computadora -el doctor Mckenzie es el médico de la señora, pero ella, ya no está-
-POR QUÉ?, ella está...?- intervino Brittany asustada
-no, no, no, porsupuesto que no, ella fue dada de alta hace un par de horas y se fué a su casa- la rubia suspiro aliviada
-Pero pensé que estaba delicada, por lo menos eso fue lo que me avisaron por teléfono- aclaró el chico
-mmm... Déjeme ver... Si aquí está, lo que sucedió es que la Sra. Mcarty firmó una responsiva de alta voluntaria, al parecer no quería permanecer internada-
-ok, muchas gracias, hay algo que liquidar?-

     Después de arreglar los asuntos referentes al hospital, Josh y Brittany se dirigían a la casa que era el hogar de la Sra. Mcarty.

-Desde hace rato veo que tienes ganas de algo, qué tienes?- preguntó él con curiosidad
-Es que me da pena- contestó ella desviando la mirada hacia la ventanilla
-No debiera, somos mejores amigos no?-
-uff!, ok, Desde cuándo esta enferma mi madre?- la rubia sentía una inmensa verguenza por desconocer algo tan importante
-Se ha sentido mal desde antes que muriera tu padre, pero hace apenas un año que le diagnosticaron hipertensión arterial, por eso debe cuidarse-
-Qué clase de hijo soy?- espetó Brittany refiriéndose a ella misma cuando aún era "él" -Te das cuenta?, mi madre en peligro de morir y yo ni por enterado-
-Pues es algo que siempre te dije, pero no hacías caso, no lo digo por molestarte pero es la verdad; por cierto que le vamos a decir a ella en cuanto te vea?-
-Pues lo mismo que a todos, que soy tu novia y así no le extrañara que te haya acompañado, que sabe ella de mi supuesto viaje?-
-Todo, através de Lucy y de mí, ella ha estado al pendiente de tí, de hecho le dolió un poco que no la llamaras para despedirte-

     Este último comentario hizo sentir a la blonda chica como una pequeñísima cucaracha, haciéndola pensar en el abandono en el que tenía a su madre, la culpa la mantuvo callada el resto del camino





     La casa en dónde habitaba Marie Mcarty era hermosa, de estilo clásico, dos plantas muy amplias, con muchas habitaciones, decorada a doc con el estilo de la fachada, jardines frontal y trasero, un pórtico con terraza, plantas de hornato y un cómodo columpio de madera para dos personas, la propiedad estaba delimitada por una pintoresca cerca de madera pintada de blanco rematada al frente por un folklórico buzón pintado a mano.

     Al llegar, Josh estacionó la camioneta al frente de la casa,  ambos jóvenes bajaron del automóvil y se dispusieron a buscar a Marie, atravesaron rápidamente la puerta de la cerca y el camino de loza que llegaba a la casa; tocaron el timbre tres veces, pero al no recibir respuesta, Josh con la confianza de un familiar decidió abrir la puerta y entrar

-Hola!, Marie?, hay alguien en casa?- gritó Josh desde el recibidor
-Pasa muchacho estoy en el jardín de atrás!- fué la respuesta que el chico obtuvo, a Brittany se le estrujó el corazón al escuchar la voz de su madre por primera vez desde hace mucho tiempo




     La pareja se internó dentro de la casa, pasando por la sala, el comedor y la cocina hasta llegar al lugar en donde Marie se encontraba plácidamente pintando, eran las tres de la tarde y el clima era benévolo, por lo que estar afuera era lo mas normal, Josh atravesó la puerta que lo llevaba al jardín mientras Brittany lo esperaba tímidamente unos metros atrás

-Hola! Querido muchacho, como estás?, Bienvenido- Marie se levantó del banquillo en el que estaba sentada para recibir con un abrazo al chico que para ella era como otro hijo -no debiste haber venido, seguramente estarás muy ocupado-
-Nunca tanto para no ocuparme de ti, mi madre te envía saludos-
-aah! Elsa, pronto la visitaré, pero pasa, pasa, quieres limonada, acabo de hacerla- al voltear hacia la puerta corrediza de cristal que llevaba a la cocina, Marie se percató de que no estaban solos -vaya vaya, que tenemos aquí, dime Josh quién es ésta hermosa jovencita?-
-eeeh...- a Josh lo tomó algo desorientado la pregunta, pero Brittany reaccionó rápido
-Hola, mi nombre es Brittany Mc...Donald, soy la novia de Josh- algo nerviosa le tendió la mano
-jaja, como las hamburguesas?-
-Siií, pero sin parentesco- Britt contestó sonriente
-Mucho gusto preciosa, bienvenida, yo soy Marie Mcarty- la cariñosa mujer en lugar de darle la mano, le dió un fuerte abrazo que dejó a la rubia gratamente sorprendida, pues ya había olvidado el calor de los brazos de su madre

     Marie Mcarty siempre fué una mujer amable y cariñosa, se casó muy joven y por lo mismo no terminó la escuela, sin embargo en aquella época era algo normal y ella lo hizo enamorada; a sus casi sesenta años casi nunca había mostrado signos de mala salud, hasta ese día claro está, de semblante dulce tenia por único pasatiempo la pintura, talento que desarrolló durante su infancia y parte de su juventud. Después de años de usar ropa elegante dado el status de su esposo, ahora gustaba de la ropa sencilla y cómoda, anfitriona por naturaleza comenzó a atender a sus visitas.

-Beban, esta recién hecha- decía Marie mientras ponía una charola con vasos y una jarra llena de limonada sobre la mesa de centro de la sala
-Siéntese señora, yo serviré, usted no debería hacer esfuerzos- Britt se levanto rápidamente y sirvió la bebida
-Gracias linda, y llamame Marie, si te casas con este sinverguenza vas a ser como de la familia-
-Marie, me apenas, aún no hemos hablado de eso- replicó Josh ruborizado -Marie por qué saliste del hospital?, no debiste, me informaron que estás delicada-
-exageraciones!- replicó la dulce mujer minimizando las cosas -solo tuve un pequeño desmayo en una exposición por que hacía un poco de calor-
-tuvimos suerte de que estuvieras acompañada, deberías permitir que una enfermera viviera aquí contigo- Josh trataba de convencerla de algo que la pintora no deseaba
-Ay muchacho, no me gustan los extraños en mi casa, además no quiero darle mas molestias a Brett- al oir esto, Brittany bebía limonada, la cual pasó con dificultad por el nudo en la garganta que se le formó
-Y por qué cree usted que lo molestaría señora?- preguntó la rubia, temerosa de la respuesta
-Bueno hija, el es un hombre muy ocupado, su padre le dejó muchas responsabilidades aunque es muy joven, imagínate tuvo que hacer un retiro por lo estresado que estaba por trabajo, el mismo me lo dijo la última vez que hablamos-
-Pero el debería estar aquí, cuidándola, no importa lo que pasara- la rubia insistía
-No hija, él de verdad trata, pero te insisto que, entre la universidad y la empresa no le queda tiempo- Marie parecia tener explicación para todo
-Pero ahora Josh tiene ese mismo trabajo y pudo venir, eso convierte a Brett en un mal hijo- espetó la chica, ésta vez con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos
-Yo pienso que fue coincidencia con el fin de semana, estoy segura que de haber estado en la ciudad él hubiera sido el primero en venir, el es un buen hijo y me quiere, tal vez no es muy expresivo pero se que me quiere- al parecer, la amorosa madre podía justificar cualquier cosa
-Me disculpan un momento- Brittany se levantó abruptamente y corrió al jardín, donde no pudo mas y rompió en llanto
-Lo siento hijo, no era mi intención hacerla sentir mal- Marie se disculpaba con Josh
-No Marie, no es culpa tuya, es que ella es un poco sensible, y le parece que tu hijo debería ser quien estuviera aquí, su llanto es por coraje, voy a verla-
-Por favor dile que me disculpe, yo voy a disponer todo para la cena-

     Josh atravesó el pequeño pasillo que lo llevo al jardín, donde encontró a una consternada rubia llorando amargamente, después de cerrar la puerta de cristal para que la dueña de la casa no los oyera, se acercó a la chica para consolarla.
-Ya cálmate, prometiste que te controlarías, dejaste a Marie muy apenada, piensa que ella fué quien te hizo llorar-
-Es que ella es tan... Tan... Buena!- Brittany empezaba a elevar la voz por lo que con una seña el joven le indicó que bajara la intensidad -Esta bien, snif, traté de que ella dijera algo malo de mí, solo un poco de lo que me merezco por ser una basura y así sentirme un poco mejor conmigo misma, pero en vez de eso, me defendió a capa y espada, soy un asco de hijo, nunca fui capaz de brindarle la más mínima atención, si me llamaba le contestaba de mala gana, y sabes para que me llamaba?-
-No, no sé-
-Para saber si estaba bien!, te lo imaginas? si yo estaba bien!, ella tiene dos años enferma y se preguntaba si yo estaba bien, si no llego a estar contigo en el momento de la llamada, ni siquiera me hubiera enterado que mi madre tiene una enfermedad crónica- la rubia continuaba llorando
-Ven aquí, él la abrazó una vez mas, aunque estaba de acuerdo con el hecho de que era un mal hijo, su necesidad de protegerla era mayor -tranquila, lo importante es que estas aquí ahora, tal vez ella no sabe quien eres, pero eso no significa que no puedas hacerla sentir que te importa-
-De verdad lo crees?- el calor del pecho de su amigo comenzo a tranquilizarla, la voz de su amigo siempre fue un oasis en su alocada vida, pero ahora que podia abrazarlo era un pequeño paraíso
-Sí, para empezar cálmate y arréglate para que no se sienta culpable, que te parece si la llevamos a cenar fuera y la consentimos un poco- tomándola de la barbilla suavemente levantó su rostro y con su pulgar derecho limpio las negras lágrimas que recorrían las mejillas de la chica
-De... De acuerdo- Ella le ofreció como premio a sus consuelos una cándida sonrisa -traerías mi equipaje, por favor?-
-las cinco maletas!?-
-y el neceser de maquillaje que está en la cabina- Brittany volvía a usar su voz melosa
-Está bien, está bien- y como siempre, el no pudo negarse-

     En una de las habitaciones de la casa dispuesta para invitados, Brittany se dio un baño, despues de cambiarse y arreglarse para salir, la rubia bajó muy guapa, ataviada con un elegante vestido azul de escote en estrapless que lucía sus delicados hombros, llevaba el mismo peinado pero cambio el adorno que ataba su cabello y por supuesto bolso y tacones que combinaran.

-Lista, vámonos cuando quieran- dijo la chica bajando el último escalón
-Querida, te ves divina, pero la verdad preferiría quedarme a cenar en casa- le pidió dulcemente Marie -es que no me gusta salir mucho, y además ya tengo la cena lista, no te molesta verdad?-
-Claro que no, por la ropa no te preocupes yo me visto así para todo, verdad Josh?-
-Sí Marie, es verdad, ella antes muerta que sencilla- respondió el chico, reafirmando a su compañera
-Bueno, vamos a cenar, yo te ayudo a servir, solo dime dónde están las cosas-
     Con gran disposición y una extraña habilidad Brittany ayudó a su madre a disponer la mesa y servir la cena, Josh intento ayudar pero las dos mujeres no se lo permitieron, lo corrieron de la cocina y lo mandaron a mirar televisión, incluso Marie preparó una pequeña botana de quesos, pan y vino, que porsupuesto Brittany le llevó a su "novio" a donde el esperaba.

     La cena consistió básicamente en vegetales, comenzaron con una crema de zanahoria, de plato fuerte, pasta seca a la jardinera y de postre habia tiramisú; la hechizada de alguna manera pudo comer dos porciones de postre, cosa que no habia logrado desde hace cuatro lunas, pero ese platillo tenia algo especial

-Cómo lo haces linda?- preguntó algo sorprendida Marie
-qué?- dijo Britt, dando un bocado mas al postre
-Comer postre así y mantenerte tan delgada-
-aahmmm...- era obvio que Britt no tenía una respuesta lógica
-De hecho Marie, es la primera vez en mucho tiempo que come postre, ella ni siquiera le pone azúcar al café- salvó Josh a su amiga
-es cierto- la misma chica estaba sorprendida de aquella situación, la maldición no le permitía ni una brisna de pan o algo que la engordara -yo nunca hago esto, pero... Quiero un poco más- pidió la chica con una sonrisa y Marie le sirvió otra porción a la jovencita acompañada de otra sonrisa igual
-Me alegra mucho que te haya gustado, todos los días tiro la mayor parte- la gentil dama ponía el pequeño plato en la mesa frente a Brittany
-Quiere decir que todos los días preparas tiramisú?- dijo extrañada Brittany sin dejar de comer
-pues sí- el semblante de Marie se tornó meláncolico -es que es el postre favorito de Brett, bueno lo fué hasta cierto día...-

     Mientras su madre hablaba, Brittany comenzó a ver en su mente las imágenes de aquel momento de su vida; se vió a sí mismo cuando tenía doce años, se encontraba cenando con sus padres en el lujoso comedor de la mansión que fuera su hogar de infancia
-Que te parece papá?, he convencido a Susan de salir conmigo, puedes darme algo de dinero?-
-Claro que sí hijo, sabía que lo lograrías- le decía su padre, sintiéndose orgulloso de su primogénito
-pero Brett, no se supone que salías con Stacy?- le preguntaba su madre, en forma de reproche pero con tono dulce
-sí mamá, pero es que ahora Susan es la que me gusta, Stacy ya me aburrió- replicó el puberto dando el último bocado de su plato-ya terminé, dame postre- Brett hizo la petición en tono imperativo y casi gritando, sin mostrar los mas mínimos modales
-pero Brett, no puedes ser desconsiderado con Stacy, ella a sido muy buena contigo-
-ya basta mujer!- el señor Mcarty intervino algo molesto -deja en paz al muchacho, esas niñas tienen suerte de que él las pretenda, y que no oiste que quiere postre-
-pero Liam- intentó replicar la mujer
-pero nada! Dije que lo dejaras en paz- gritó el hombre dando un golpe en la mesa
-Sí Liam como tú digas- con la mirada baja y una seña, Marie ordenó a la servidumbre traer el postre
-mmm, tiramisú mi favorito- el chiquillo comenzó a comerlo con gusto
-Por qué sigues haciendo esa porquería?, es demasiado dulce, es un postre de niñas- Liam Mcarty era un macho autoritario e implacable, y para imponer su autoridad se valía del maltrato psicológico
-puaj!- en cuanto escuchó eso, el niño escupió el bocado -es increible que no me lo dijeras antes papá, madre, nunca jamás vuelvas a darme este postre de tontas- con coraje arrojó el plato al suelo rompiéndolo, ante el beneplácito de Liam

-...desde entonces mi hijo no volvió a comer tiramisu en frente de nadie, se que nunca dejo de gustarle, así que lo comía a escondidas, por eso desde que vivo aquí sola, lo preparo todos los días, por si llega a visitarme, lo hago con mucho cariño para él- cuando la dulce anciana terminó de contar su anécdota tenía los ojos cristalizados tras sus pequeños lentes; al igual que Brittany que volvía a sentirse como un insecto diminuto al recordar lo grosero que era con Marie
-Pues para que lo desperdiciamos- dijo la chica, devorando lo que le quedaba en su plato -me daría mas por favor?-

     La rubia casi se acabó el recipiente entero del delicioso postre, y si dejo algo fue por que Josh le dijo que debía quedar algo para el día siguiente, llego la hora de dormir y fue precisamente el chico que estaba muy cansado por tener que conducir en los trayectos por tierra quien preguntó primero por el sitio en el que pernoctaria
-Bueno damitas, yo me retiro estoy muy cansado, en dónde me puedo acomodar Marie?-
-Ah sí!, se pueden quedar en la habitación del fondo del pasillo es la única que esta lista para recibir visitas, las demas las tengo llenas de objetos-
-y yo en dónde me quedo?- pregunto Britt con un pequeño bostezo
-Pues... Pensé que se quedarían en la misma habitación, vamos chicos, soy una mujer moderna, no creeran que pienso que ustedes no duermen juntos- Marie los miro con un gesto pícaro -ya, ya, ya, vamos a dormir, se que estan cansados del viaje y la verdad es que yo también, que tengan buenas noches

     La planta alta tenia una decoración similar a la de la planta baja, pero se notaba un tanto mas descuidada, al vivir sola, Marie no podia hacerse cargo de todo, y se negaba a tener servidumbre por que deseaba tener espacio despues de décadas de sentirse asfixiada por su esposo, sin embargo la habitación principal y la del fondo del pasillo, siempre estaba arreglada y limpia, por la misma razón que Marie preparaba el tiramisu todos los días, una posible y muy deseada visita de su hijo.

     Despues de que Marie les mostrara la habitación y los dejara instalados, se retiró a sus habitaciones, dejando a la "joven  pareja" a solas. En la habitación había una sola cama, pero por suerte también contaba con un sofá de tamaño suficiente para una persona, tocador, mesitas de noche y baño independiente

-Bien y ahora que hacemos?- preguntó ella mirando la cama
-Pues obviamente tu vas a dormir en la cama y yo en el sofá- Josh decía esto mientras se acomodaba en el mencionado mueble, se quito los zapatos con los pies y acomodó su cabeza en un recarga-brazos
-y por qué no lo hacemos como siempre que hay una sola cama?- Brittany hizo esta pregunta refiriéndose a todas esas veces en que saliendo de parranda terminaban en algun hotelucho, y decidían quien dormía en la cama con un cara o cruz
-de verdad me vas a hacer explicartelo?-
-nop, solo quería escucharlo de tí- con una gran sonrisa la rubia entró al baño con una maleta y su neceser -entonces de verdad me dejas la cama!?- preguntó desde el baño-, abriendo la maleta encontró un suave camisón de seda muy corto y penso "y si lo hago"
-ya te dije que sí- contestó el chico desde el sofá
-(bien!, lo voy a hacer que puedo perder) entonces, eso quiere decir que piensas en mí como una mujer?-  pensaba y decía ella mientras se cambiaba de ropa
-Sí-
-(lo sabía!, lo haré) y crees que soy frágil y delicada?- cepilló su cabello y se puso un poco de brillo labial rosa
-Ajá-
-(lo besaré!, lo haré, nada me detendrá esta vez) y te gusto?- por último se puso lo que ella consideraba pantuflas, una sandalias de tacón de cinco centímetros con un adorno de plumas al frente
-mju-
-(ok, ok, lista,)- un suspiro profundo, una última mirada en el espejo y la bella salió dispuesta a todo -hola guapo, te gusta lo que ves- a falta de experiencia uso una de las frases de su repertorio masculino
-...-
-Josh?-
-...-
-enano?-
-Zzzzz- un sonoro ronquido fue todo lo que obtuvo como respuesta
-enanoooo- con algo de decepción la chica se acercó a verificar con sus ojos lo que le indicaban sus oídos, y efectivamente el cansado joven estaba profundamente dormido -pobrecito, estaba exahusto- ella recordó que el había estado despierto mas horas, pues los trayectos por tierra el tuvo que conducir.

     Brittany buscó en los cajones del tocador y encontró una frazada, tomó una almohada de la cama y con suavidad la acomodó levantando la cabeza del chico cuidando de no despertarlo, desabrochó su pantalón para que respirara mejor y lo cubrió tiernamente con la frazada, se le quedó mirando un momento experimentando una sensación similar a la que tuvo él cuando la contemplo dormida.

-Se que esto no te gusta, pero que mas dá- con ternura se acercó y le dió un beso en la mejilla -buenas noches amigo-

     Acto seguido se acostó, se cubrió y se dispuso también a dormir