"Gigolo"
La libertad del hombre para buscar su
satisfaccion sexual es tan antigua como la humanidad misma, sin embargo en el
caso de las mujeres es totalmente diferente.
En la historia, la mension de mujeres que
pagan a hombres por sus favores sexuales es mas bien reciente en comparacion,
por ejemplo las mujeres de alta alcurnia en la roma antigua eran capaces de
derrochar mucho oro en las ludus por una noche con un gladiador que fuese campeon
en la arena.
***gladiador
En Europa, en paises como Italia y la
Francia pre-revolucionaria las damas de sociedad, especialmente las viudas
acaudaladas, acostumbraban mantener relaciones con jovenes caballeros a cambio
de costosos regalos o incluso si un criado de su casa les parecia atractivo
eran capaces de mantenerle de por vida, siempre y cuando les diesen un buen
servicio en la alcoba.
***imagen
de maria antonieta
Al medio dia la ciudad de Los Angeles es
un verdadero caos, el trafico del centro es insorteable, la temperatura es de
casi treinta grados y el ruido puede llegar a ser insoportable.
Aun asi dos hermosas mujeres tratan de
atravesar esa jungla de asfalto a bordo de un taxi.
-este
ruido es insoportable, de verdad no entiendo por que estamos aqui- farfullaba
Clarisse con evidente mal humor
-ya
deja de quejarte, te dije que si no querias no tenias porque venir- respondia
Brittany tratando de usar un tono cordial
-y
arriesgarnos a que "ella" tome el control y haga alguna barbaridad-
mientras decia esto, la roja sacaba de su bolso un atomnizador lleno de agua
-calma,
calma, entiendo y te agradezco que me cuides, pero guarda eso-
-esta
bien, aunque tal vez lo use en mi misma el calor esta infernal-
-estas
loca, vas a hechar a perder tu maquillaje-
-de
todas formas el sudor lo hara-
En esta ocasion la suerte estaba del lado
de la hechizada, pues el taxi era conducido por una agradable y servicial
mujer, que al escucharlas discutir intervino amablemente
-si
quieren puedo poner el aire acondicionado-
-en
serio? Se lo agradeceriamos mucho- dijo Britt sonriendo
-por
supuesto! Suban las ventanillas, no es justo que dos niñas tan lindas esten de
mal humor- dijo la operadora y activo el equipo de enfriamiento
-gracias!-
dijeron ambas pasajeras a coro soltando un inmenso suspiro-
***taxi
Un rato despues llegaban a su destino, una
casa muy grande, de estilo griego o romano, llena de estatuas y pilares;
despues de pagar el servicio con una generosa propina incluida, las complices
femeninas bajaron del vehiculo y se pararon frente a la inmensa reja buscando
con la mirada algun timbre o campana para llamar al interior, de repente de una
bocina en el pilar izquierdo se escucho una voz masculina
-buenas
tardes damitas, en que les podemos servir?-
-eehh,
venimos a una consulta con la doctora Hindenburg, tenemos una cita- al no
encontrar boton alguno la rubia simplemente atino a contestar dirigiendose a la
bocina
-cual
es tu nombre joven diosa?-
-Brittany
Mcarty- contesto la aludida con la ceja levantada
-es
correcto, enseguida seran recibidas-
En menos de un segundo de la casa surgio
un hombre rubio, exaserbadamente apuesto y sonriente, descalzo y ataviado
unicamente con una toga blanca haciendo perfecto juego con el entorno de la
casa.
-pasen
ustedes, la maestra Kelly las recibira de inmediato- dijo el joven mientras
abria la puerta y hacia una reverencia
-gracias-
contesto Brittany, tomo de la mano a su estupefacta amiga y se encamino hacia
la puerta principal
***sirviente
griego e interior de la casa griega
El interior del "consultorio" no
desmerecia en nada con el exterior, toda la construccion en un extravagante
estilo griego era lo que recibia a las dos sorprendidas visitantes.
-por
aqui por favor- les dijo suavemente el hombre que las habia recibido
-gra...
Gracias- contestaron ellas, siguiendolo por un pasillo sin salir de su
estupefaccion
El semidesnudo muchacho las guio por un
camino hecho del mas exquisito marmol perfectamente pulido, para Clarisse no
habia tanto problema pues llevaba puestos unos comodos flats, pero para la
rubia cada paso suponia una odisea por los tacones tan altos que usaba,
impuesta a caminar a pasos lentos y sujeta de su amiga, ya que temia terminar
en el suelo.
La estancia al final del largo pasillo era
aun mas extravagante que el recibidor en el que habian estado, en el centro del
lugar estaba una piscina circular rodeada por pilares tipo corintio, sobre ella
en lugar de techo habia un enorme domo que dejaba pasar la luz del sol, que
iluminaba el centro de la alberca en donde estaba la cereza del pastel de
aquella estridente decoracion, una estatua hecha en alabastro de un hombre con
un enorme miembro masculino completamente erecto.
-esperen
aqui por favor- les pidio amablemente su guia, y rodeando la piscina llego a
una puerta doble que estaba al otro lado del salon toco y se introdujo en
aquella habitacion
-que
estatua tan mas extraña- comento Brittany
-bueno,
estamos en el consultorio de una sexologa, supongo que es normal que aqui no
les de pena mostrar cosas como esta- respondio Clarisse inclinando la cabeza
tratando de apreciar el lado artistico del adorno
-y
quien se supone que es CM?-
-bueno
si mis conocimientos de mitologia griega no me fallan debe ser...-
-Eros!-
interrumpio una hermosa mujer ataviada con una bata blanca que salio de la nada
por detras de las chicas dandoles un tremendo susto -es el dios del sexo, hijo
de Afrodita, hay quienes piensan que es hermano de Cupido y algunos otros que
es la version adulta del mismo, hola no se asusten soy Kelly Hindenburg, quien
de ustedes es Brittany?- dijo extendiendo la mano
-y...
Yo soy- contesto la rubia respondiendo al saludo aun sin reponerse de la
sorpresa
-mucho
gusto, pasamos a mi oficina?-
***valeria
golino joven
Las tres mujeres comenzaron a caminar al
rededor del agua, cuando de aquella puerta donde habia entrado el hombre salio
un grupo de personas compuesto por hombres y mujeres de distintas edades y
razas, todas vestidas a la usanza griega y con un rostro particularmente
alegre, cosa que las chicas notaron al momento de pasar junto a ellas.
-y
ellos quienes son?- pregunto la roja con curiosidad cientifica
-son un
grupo que esta tomando mi curso de superacion de crisis matrimonial- contesto
la doctora
-y por
que toda la parafernalia griega?-
-por
que fueron una civilizacion en la que el placer sexual no era un taboo, por el
contrario era parte de su cultura y religion, tenian un pensamiento liberal en
muchos sentidos-
Despues de caminar hasta la puerta ya
antes mencionada, entraron y se encontraron en un salon lleno de espejos, con
un hermoso piso de madera laminada sobre la que estaban colocados en hileras
tapetes de neopreno, algo similar a un salon de yoga, atravesaron el lugar para
llegar al fondo del sitio, en donde la doctora presiono un espejo y este se
abrio dejando ver que en realidad era la puerta del despacho de la anfitriona y
tenia una doble vista; las sorpresas no paraban, el consultorio que las
complices esperaban ver tendria que ser tanto o mas extravagante que lo que
habian visto hasta el momento, pero en realidad no diferia mucho de la oficina
del mismo Keith.
-tomen
asiento por favor- ofrecio la sexologa mientras ella misma se sentaba en el
sillon correspondiente
-gracias
doctora... Le digo algo?, su oficina es diferente a como la esperaba- declaro
Brittany con una sonrisa
-lo se,
me pasa mucho, lo que pasa es que afuera tengo un ambiente especial para
quienes toman mis cursos de superacion sexual, pero no olviden que soy una
profesional- respondia alegre la especialista -bien dime Brittany en que puedo
ayudarte?-
-pues
vera...- las chicas ya habian pensado en que decir, elaborando una explicacion
para cubrir la realidad -...creo que soy lesbiana doctora, pero antes de
decidirlo deseo tener una experiencia orgasmica con un hombre-
-eso
quiere decir que no estas segura?- pregunto la doctora mientras hacia algunos
apuntes
-no
doctora y me dijeron que usted podria recomendarme a alguien que pudiese darme
lo que estoy buscando-
-mmm...
No lo se...- cabilo la joven especialista
-verdad
que no es buena idea- intervino la roja
-al
contrario jovencita, tal vez ella es bisexual, no te pongas celosa- asevero la
doctora en forma picara -tu novia no va a dejar de quererte-
-ella
es solo mi amiga, yo soy heterosexual, de hecho fue mi novio quien tuvo esta
tonta idea- dijo la niña genio dejando claro su disgusto
-haa,
entonces tu eres novia del santurron de Keith Brown, jajaja, mira jovencita,
los hombres y las mujeres tienen el mismo derecho de satisfacer sus necesidades
sexuales de la mejor forma que se les ocurra, y si eso es recurriendo a los
servicios de un profesional, pues que asi sea, mi duda mas bien es por que si
busca un orgasmo no lo hace con otra mujer y ya-
-es que
estoy indecisa, ya lo hice con una mujer- una gran mentira por supuesto -ahora
quiero probar con un hombre-
-no se
diga mas, tengo al candidato perfecto- igual que el galeno amigo suyo, la
doctora saco una tarjeta de un cajon y la entrego a la chica dorada -el se
encargara de todo, es el mejor, lo digo por experiencia- la mujer se recosto en
su sillon subio los pies al escritorio y lanzo un enorme suspiro, cerrando los
ojos y poniendo una clara sonrisa de satisfaccion
***dra
sonriendo de satisfaccion
La suit presidencial del Sofitel cuesta
cincomil dolares la noche mas servicios, pero para la huesped que esperaba
sentada en la estancia de la habitacion eso era lo de menos, llena de nervios
tenia mas de una hora esperando, ataviada solamente con un neglige transparente
color vino, lenceria a tono y tacones, tenia una copa de chapaigne en la mano
derecha y una tarjeta de presentacion en la izquierda.
-Antonio-
leyo en voz alta - que nombre tan... Sugestivo- penso en vvoz alta y bebio el
liquido de su copa de un solo trago
Algunos minutos mas tarde alguien toco la
puerta de la habitacion, la bella se levanto para abrir la puerta, antes de
hacerlo hizo la tradicional pregunta
-quien
es?-
-soy
Antonio señorita- se escucho del otro lado de la puerta, era una voz suave y
agradable con un claro acento extranjero, probablemente español
Brittany abrio la puerta y hay estaba un
apuesto joven rubio, de ojos claros y sonrisa encantadora
***carlos
ponce
Elegantemente vestido con un traje
blanco, camisa azul sin corbata y unos comodos mocasines del mismo color que el
traje.
-puedo
pasar?- pregunto el educadamente
-si
claro adelante- accedio ella no muy emocionada que digamos
El llevaba una pequeña maleta que coloco
en la barra del mini bar de la habitacion, la abrio y de ella saco un
reproductor de mp3 dos botellitas de cristal y un par de inciensos
-supongo
que tu eres mi clienta?- dijo el gigolo en tono seductor
-vez a
alguien mas aqui- contesto tensa y de mala gana la chica
-tranquila,
yo solo vengo a hacerte sentir bien-
-lo
siento, estoy algo estresada, bueno quiero aprovechar el tiempo asi que
empecemos- la chica se dirigio directo a la habitacion -no se cuanto cobras por
hora, pero espero que no tardes mucho- Brittany recordaba las veces que habia
contratado servicios similares en su anterior vida
-bueno...
No es asi como funciona- el seductor hombre se acerco a ella y la tomo de la
mano con suavidad y la devolvio a al sofa en donde habia estado sentada -se
sento junto a ella respetando su espacio personal y continuo hablando -yo no
cobro por hora sino por servicio, mi tarifa es esta- de un bolso de su saco
tomo una tarjeta y se la entrego a Britt -estas de acuerdo?- ella leyo y solo
atino a asentir con la cabeza -exelente, entonces no me ire hasta cumplir mi
cometido, para empezar abre tu hermosa boquita-
-oye!
Se supone que tu me vas a complacer a mi- dijo desconfiada la rubia, molesta al
pensar en que el tipo queria sexo oral
-y asi
sera confia en mi, abre la boca y cierra los ojos-
-esta
bien- no muy segura la hechizada hizo caso y apenas abrio los labios sintio un
dulce y calido sabor en su lengua -mmm!, que es esto?-
-chocolate
hermosa, te gusto?-
-si
claro!-
-entonces
toma- el hombre le entrego a la chica una pequeña barra de un delicioso
chocolate oscuro -comelo a bocados pequeños mientras me preparo
***barra
de chocolate
Britt comenzo a comer la golosina, no es
que no hubiera comido chocolate antes pero este tenia algo diferente, le hacia
sentir distinta, como si algo dentro de ella se aliviara, mientras tanto,
Antonio se quito el saco y la camisa, encendio el incienso y conecto el
reproductor al sonido de la habitacion para poner una musica suave y relajante
-entonces
hermosa cuentame que tal tu dia?- preguntaba el mientras tomaba una de las
botellas que habia dejado sobre la barra
-eehh!
Bueno... Yo...- la pregunta tomo por sorpresa a la chica que aun no terminaba
el chocolate
-anda
cuentame, yo te escucho- una vez mas Antonio tomo a Brittany de la mano
levantandola para llevarla a la habitacion
-pues...
Bien gracias, estuve con mi amiga y con la doctora Kelly- comenzo a contarle la
rubia mientras degustaba el ultimo bocado del chocolate
-exelente,
continua- mientras hablaban el comenzo a retirar con suavidad las delicadas
prendas que cubrian el cuerpo de ella
-despues
fuimos al centro comercial de compras, hay consegui lo que traigo puesto- Britt
continuo hablando, se sentia tan bien de ser escuchada, de que el se mostrara
interesado por sus cosas que no noto que ya estaba practicamente desnuda
-es muy
bonito y te queda muy bien- respondia con voz suave y agradable el profesional
que con cudado colocaba a su clienta bocabajo en la enorme cama
-gracias,
me alegra que lo notaras a veces una compra...- en ese momento la bella se
quedo pensando -(que rayos pasa, este tipo me tiene a su merced y yo nisiquiera
pongo resistencia, es cierto que yo quiero cooperar pero no deberia disfru...
Tar... Lo... Tantooo...)-
***masaje
Los pensamientos de Brittany se diluyeron
de inmediato entre el calor del aceite aromatico que Antonio untaba con
maestria sobre su piel en un exquisito y relajante masaje que comenzo en los
hombros y lentamente comenzo a bajar por la espalda y las piernas, relajando
cada musculo del ser de la hechizada, ni siquiera en el spa habian logrado que se
sintiera tan liviana.
Cuando mas relajada estaba, a punto de
dormir, el hombre de las manos magicas le dio la vuelta en un suave movimiento,
ella no se resistio en lo absoluto, esta vez el masaje comenzaria de abajo
hacia arriba, con cuidado retiro los zapatos que no habia quitado y con los
pulgares presiono las plantas de los pies, provocando algunas exclamaciones de
parte de la rubia
-aaauuu!,
eso se siente bien- acepto ella ante las agradables sensaciones
-disfrutalo
hermosa, te lo mereces- aseguro el mientras continuaba con el trabajo
"Tiene razon me lo meresco"
penso Britt, abandonandose al placer mientras las manos de Antonio subian poco
a poco por la piernas y llegando a las caderas, cuando estuvo ahí retiro la
ultima prenda que delimitaba la intimidad de la chica, con calma deslizo las
bragas hacia abajo hasta llevarlas lejos de la suave y delicada piel; en ese
momento la bella se volvio a tensar temerosa de lo que estaba por suceder, pero
la voz tranquilizadora del hombre comenzo a fluir
-tranquila,
todo estara bien, se lo que hago-
-lo
siento, es que a mi no... No... Me...-
-lo se
no te gustan los hombres, Kelly me dijo todo, vengo preparado, solo relajate y
disfruta- colocando otro poco de aceite en sus manos, continuo con el masaje
hasta que la hermosa chica volvio a sentirse relajada -dime hermosa, como te
gustaria que te lo hiciera?-
-pues
no lo se- la pregunta era extraña, la verdad es que ella no tenia la menor idea
-no se que decir-
-tan
solo piensa en lo que te haria sentir comoda, yo lo hare todo con gusto-
-bueeenoo...
Para empezar no quiero nada de besos-
-ok-
-tampoco
quiero verte-
-de
acuerdo- con un aplauso Antonio a pago las luces
-ya has
estado aqui verdad?-
-es
como mi segunda casa hermosa, que otro deseo tienes-
-que
seas gentil-
-consideralo
una orden-
-y que
no hables para nada-
-...-
Antonio hizo el gesto de cerrar sus labios con una llave y no volvio a hablar
-estoy
lista- acomodando su cuerpo en medio de la cama, la bella abrio sus piernas
lista para volver a sentir ese horrible y tremendo dolor que ya habia
experimentado otras veces, escucho como en la oscuridad Antonio se quitaba los
pantalones, y en cuanto lo sintio encima apreto los dientes y sujeto las
cobijas con las manos, pero para su sorpresa no sintio nada, ecxepto el cuerpo
de el hombre deslizandose hacia el sur de su cuerpo
***cunilingus
En la inegspugnable oscuridad de la
habitacion la rubia no alcanzaba a ver que es lo que aquel hombre pretendia
hacer.
-Antonio,
que haces?- la pregunta era impaciente
-...-
el obediente gigolo no exclamo una sola palabra, por unica respuesta coloco sus
manos en las caderas de la chica
-Antonio
contestame- ordeno ella pero el silencio continuaba -Antonio, Antonio!
Antoniooooooohhh- de repente sin previo aviso una descarga electrica recorrio
el interior de la chica, una sacudida como no la habia sentido nunca en su
vida, algo que comenzo desde su nuevo clitoris y luego se expandio hasta el
ultimo poro de su piel, solo duro un segundo pero la dejo temblorosa y jadeante
-aaah, aaah, aaaah, que hiciste Antonio?-
-...-
de nuevo ella solo obtuvo silencio, lo unico que escuchaba era la suave y
embriagadora musica que surgia de aquel mp3, ella no pudo verlo por la
oscuridad pero en el rostro de aquel vividor se dibujo una sonrisa de
satisfaccion
-Antonio,
no se que hisciste peroooooooouuh- la misma corriente electrica comenzo a
inundarla de nuevo
***gesto
de placer o labios mordiendose
Esta vez la juguetona lengua no se detuvo,
comenzo a rozar el clitoris de la hechizada de arriba hacia abajo, de derecha a
izquierda, en circulos, de todas las formas posibles enloqueciendo por completo
a la mujer que por instinto se negaba a aceptar que lo que sentia era
sencillamente increible.
El hombre dentro de Brittany trataba a
toda costa de no admitir que lo que Antonio le hacia era lo mejor que habia
sentido, con fuerza se mordia los labios para no emitir sonido alguno, pero le
seria imposible, cuando aquel amante por renta coloco sus manos sobre sus
pechos pelliscando sus erectos pezones, no tuvo mas remedio que comenzar a
gemir de placer
-mmmm!
Aaaah! Oooo! Mmmm-
Al escucharla, Antonio sabia que iba por
buen camino para cumplir con su contrato, con maestria aumento la velocidad del
masaje oral a la humeda entrepierna de la chica que ya habia perdido la nocion
de si misma
-asi
Antonio, asi no pares, no pares- eran las ordenes que daba la clienta, asi que
el servidor continuo con su placentera labor, si placentera, acostumbrado a
atender mujeres mas bien mayores o no muy agraciadas para el gigolo era un
gratificante incentivo tener a semejante belleza entre sus brazos -(esto es
increible, no puede ser que me este gustando tanto)- pensaba Britt mientras que
sin darse cuenta comenzaba a mover sus caderas ritmicamente
***segunda
imagen del cunilingus
Era el momento perfecto para dar el
siguiente paso y Antonio lo sabia, asi que separo su boca de la humedecida vagina,
dejando a una jadeante y caliente hembra sobre la cama, con rapidez enfundo su
miembro en un condon texturizado especialmente diseñado para el placer
femenino, despues de todo era un profesional y usaba las herramientas adecuadas
para obtener buenos resultados.
Aun con la respiracion entrecortada,
Brittany esperaba expectante el siguiente movimiento de su "prestador de
servicios", que para evitar la disminucion de la livido de su clienta, sin
mas tardanza comenzo a rozar su endurecido miembro primero contra los labios
vaginales que tibios y chorreantes se contraian inundando de placer cada poro
de su dueña
-aaahhhh,
aaaahhh, siiiiii, continua Josh continua- casi gritaba la rubia mientras se
sujetaba con fuerza de la cabezera de la cama, la confusion de nombres no le
molestaba a Antonio, de hecho no era la primera vez que una clienta lo llamaba
por el nombre de un amor imposible o uno no correspondido, asi era su trabajo,
por el contarario esto le era muy util pues le servia como señal para comenzar
con la ultima parte de su faena.
Con suavidad, el falo erecto de Antonio
comenzo a hundirse en la receptiva vagina de la enloquecida bella, esta era la
parte de su trabajo de la que mas orgulloso se sentia, su tecnica era simple
pero precisa, primero penetraba hasta el fondo y luego movia las caderas
ritmicamente por el tiempo que fuese necesario pues a base de practica el
experimentado gigolo habia adquirido una resistencia a prueba de todo... O casi
todo
***ojos
rosas
No bien el pene de Antonio tenia apenas la
punta en el interior del cuerpo de Britt cuando se escucho un aplauso que
encendio las luces de la habitacion, quien las encendio no fue otra mas que
Brittany que con una expresion socarrona, casi malevola, le dijo al
desconcertado hombre
-lo
siento "muñeco", la chica es mia-
Sin darle tiempo a mas la ojirosada se
abrazo a el absorviendo el pene casi en su totalidad dentro de su vagina, con
lascivia mordisquio el oido izquierdo de Antonio y con voz seductora le susurro
en español
-gozalo
papi-
Las caderas de Brittany se comenzaron a
mover vertiginosamente, haciendo circulos provocando espasmos de placer en
aquel hombre, que no estaba acostumbrado a recibir placer de esa laya; las
poderosas caderas de Britt continuaban moviendose, fue cuestion de un minuto
para que la respiracion del chico se entrecortara y comenzara a hacer gestos
que indicaban que estaba por terminar, al verlos la chica comenzo a contraer
los musculos de su vagina al rededor del pene atrapado en su interior, al
sentirlo Antonio rompio su pequeño voto de silencio
-no!
espera! que haces? Aaaaaaoooohhh!-
Totalmente en contra de su voluntad el
prostituto eyaculo copiosamente, llenando el condon por completo, despues ya
relajado se solto de la chica y cayo tumbado boca arriba en la cama mientras
escuchaba reir estentoreamente a la mujer junto a el
-oye
que te causa tanta gracia?- pregunto el entre extrañado y molesto
-jajaja,
te dije que ella era mia jajaja-
-de
quien hablas?-
-jajajajajaja-
-calmate,
me estas asustando-
-jajajajajajajaja-
la carcajada se habia tornado algo espeluznante
-CALMATE!-
asustado el gigolo tomo de los hombros a la mujer y la sacudio un poco, de
golpe ella paro de reir y cambio su semblante por el de alguien asustado, igual
a alguien que hubiese vuelto en si despues de un desmayo
-lo...
Lo siento- dijo ella desconcertada
-me
ordeñaste-
-que?-
-me
ordeñaste, me obligaste a eyacular antes de tiempo-
-oh si,
ya recuerdo, podemos volver a intentar?-
-lo
siento, pero no, es una vez por clienta, tengo otros compromisos
-pero
es que...- trato de convencerlo la joven aun algo aturdida
-no lo
siento, la verdad es que lo que acabas de hacer fue muy desagradable- Antonio
se levanto y se dirigio a la regadera
-pero
tuviste un orgasmo no?- Brittany lo seguia como un cachorro suplicante
-no, no
fue un orgasmo, eyacule que es diferente y no lo hice por mi gusto- la
agradable voz que antes emanaba del hombre se se torno seca y algo cortante
aunque sin dejar de ser cortes
-pero
estabamos tan cerca- la rubia estaba tan preocupada por convencer al gigolo de
que lo intentaran de nuevo que paso por alto el hecho de que seguia desnuda
para cuando Antonio salio de la ducha y comenzo a vestirse
-demasiado,
pero tu lo evitaste, no se porque lo hiciste y no pienso averiguarlo, por favor
pagame, me tengo que ir- con rapidez el profesional recogio sus cosas del
minibar, desconecto su mp3 y se dirigio a la puerta dispuesto a irse
-te
pago el doble!- lo cerca que estuvo de romper el hechizo hacia que la rubia actuara
desesperada
-suficiente-
dijo suspirando el gigolo -por favor manten tu dignidad y pagame, lo cierto es
que lo que hiciste fue una burla para mi, soy un profesional y aunque lo que
hago no es del todo bien visto por la gente me plazco de tener una reputacion
asi que te agradecere que no le comentaras esto a nadie-
-bien,
te lo prometo- con desgano Brittany busco su bolso y de el saco un sobre que
posteriormente le entrego al hombre que esperaba en la puerta
-gracias
hermosa, y hazme un favor-
-el que
quieras-
-no me
vuelvas a llamar- Antonio guiño el ojo sonriente y se fue cerrando la puerta
tras de el
***
carlos ponce guñando el ojo
gran capitulo, me encanto y disfrute mucho, tengo ganas de leer mas. Podrias poner mi blog en favoritos como yo te tengo, saluditos
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Borrarme gusto mucho el capitulo
ResponderBorrarMuy bueno!
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