CAPITULO UNO
"C y K"
En los cómodos sillones del consultorio
ginecólogo del prestigiado Dr. Keith Brown, se encuentran esperando varias
pacientes, todas ellas leyendo revistas para hacer mas llevadera su espera, una
esta leyendo "BB tips", su embarazo aun no se nota, pero su
entusiasmo es evidente en la sonrisa que tiene su rostro radiante, una mas lee
"seventeen" se le ve nerviosa e incomoda, esto se adivina por la
forma en que muerde la uña de su dedo indice, tal vez no espera buenas
noticias, un poco mas allá otra mujer lee "cosmopolitan", y mas al
fondo se encuentran otras dos mujeres que desentonan con la linea de lectura,
una de ellas tenia en sus manos un libro de calculo avanzado y la otra un
gastado ejemplar de "sports
islutrated", intenten adivinar quienes eran.
-¿tienes
idea de lo rara que te ves con ese libro de calculo?- pregunto una.
-no
tanto como tu con esa revista deportiva, por cierto ¿de donde la sacaste? -
respondió la otra mientras acomodaba sus lentes
-estaba
sepultada en el fondo del revistero, se ve que lleva mucho tiempo hay, los
reportajes son de la temporada pasada, pero era lo único que había para no
aburrirme, se ve que no vienen muchos hombres aquí- dijo suspirando la bella
rubia
-por
supuesto que no, ¿ya se te olvido en donde estamos y a que venimos? Para todas
aquí, tu eres la rara-
- no
creo ser la única mujer del mundo que lea una revista deportiva-
-pero
si la primera en hacerlo con la pinta que traes-
Lo que dijo Clarisse tenia que ser verdad,
era el inicio de la cuarta luna, y los cambios de Brittany volvían a hacerse
presentes y por eso causaba extrañeza entre las presentes su elección de
lectura, es decir, cuantas chicas con minivestido, un perfecto cabello y
maquillaje, un costoso bolso "D&G" y calzada con unos "Jimy
Choo" con tacones de doce centímetros, se molesta siquiera en hojear ese
tipo de revistas; al voltear y sentir las miradas un poco inquisitivas de las
demás mujeres del lugar sonrió, y mostrando la foto de un anuncio de ropa
interior masculina les dijo.
-¿no
creen que esta guapísimo? amigas-
Todas asintieron con sonrisas picaras y
continuaron con sus propias lecturas.
-bueno
eso acabo con los malos pensamientos, no crees?- la rubia sonrió a su amiga y
siguieron esperando.
El tiempo transcurrió rápidamente y llego
el turno de Brittany para su revisión, la enfermera la llamo y dando las
gracias las chicas entraron al consultorio donde Keith las recibió con mucha
alegría, sobre todo a Clarisse, cosa que a la otra chica le llamo la atención.
-¿que
tal señoritas?- saludo dando la mano a Brittany, pero a Clarisse le dio un beso
y un abrazo -que gusto verte Clarisse- con un gesto de las manos les ofreció
asiento
-a mi
también me da gusto verte Keith- contesto la pelirroja
-te he
dejado algunos mensajes, pero nunca recibo respuesta-
-es que
he estado muy ocupada, pero si quieres dime ahora en que te puedo ayudar-
-solo
deseaba conversar sobre algunos libros que te quiero recomendar, se que te
gustan los calabozos y dragones-
-si me
gustan mucho, que libros son-
-pues
mira son...- el buen doctor no pudo terminar la frase pues fue interrumpido por
la que en ese momento era su paciente
-ejem!
holaa, aquí estoy, podemos comenzar con la consulta si no les importa, deseo ir
a perforar mis oídos-
Tanto Keith como Clarisse se quedaron un
poco apenados pues ciertamente sin darse cuenta se habían olvidado de ella por
un momento
-cierto!
Tienes razón Brittany, lo siento por favor pasa a cambiarte y sube a la silla
de auscultación- le pidió el galeno a la rubia
-de
acuerdo- contesto la chica y lo hizo rápidamente
La revisión fue rápida y para suerte de la
paciente esta ves el famoso "pato" no fue requerido, de manera que la
linda joven se cambio de nuevo; mientras lo hacia escuchaba como Clarisse y su
amigo conversaban animadamente y reían, era obvio que el medico conocía muy
bien a la chica y viceversa, la consulta anterior no lo había notado por estar
refunfuñando y gritando por el mal humor, al salir de detrás del biombo vio a
los amigos sonriéndose, mientras Keith entregaba los libros que había mencionado
unos minutos antes, se veían tan contentos que a la rubia casi le dio pena
interrumpirlos al sentarse junto a Clarisse.
-y que
tal doc, ¿como estoy?- pregunto Brittany suspirando
-todo
se ve bien, no parece haber ningún problema, insisto en que todo parece como nuevo- le dijo Keith rascándose la barbilla
-pues
ya no tan nuevo- farfullo Brittany apenada
-supongo
que te refieres al hecho de haber iniciado tu vida sexual?- pregunto el medico
con un tono muy profesional
-pues
si- respondió Brittany con desgano
-las
pastillas no te han provocado efectos desagradables? Como la interrupción de tu
menstruación o algo así?-
-solo
he tomado una y no me hizo sentir nada-
-como
que solo una!?- la sorpresa de Keith fue mayúscula
-pues
si, solo tuve sexo una vez y la tome inmediatamente después de hacerlo-
Para un profesional de la medicina moderna
como Keith, era inconcebible que una mujer que se juzgaba moderna por su forma
de vestir y comportarse, no tuviera la mas mínima idea de como se usaba un
medicamento que existe desde la década de los sesenta.
-¿no
leíste el instructivo del medicamento?- pregunto Keith sin salir de su sorpresa
-no,
como es una pastilla para evitar el embarazo pensé que solo se tomaba cuando se
tenían relaciones, ¿que no es así?- esta vez fue una asustada rubia la que
preguntaba al hombre de bata blanca.
-pues
lamento decirte que no, los anticonceptivos deben tomarse uno diariamente, y
para que funcionen correctamente se debe seguir el ciclo que viene marcado en
el "blister" que contiene las píldoras, espero que no te ofendas pero
debo preguntarte, ¿usaron preservativo?-
-si, el
se puso uno antes de...- apenada Brittany no se animaba a terminar la frase
-no te
preocupes, comprendo, eso nos evita tener que hacer una prueba de embarazo y un
examen de "eliza"-
-¿que es
eso?- pregunto una ves mas la desinformada rubia
-es el
nombre del examen que sirve para detectar la presencia del VIH-
El medico no dejaba de sorprenderse de la
total falta de conocimiento sobre estos temas de la chica, lo que el no sabia
era que su paciente era en realidad un egocéntrico patán al que nunca le
intereso informarse; Brett Mcarty se creía invencible y las enfermedades no le
importaban en lo absoluto.
-sabes
tuviste mucha suerte Brittany, tu pareja se cuido, de ahora en adelante sigue
mis indicaciones ¿si?, Bueno es todo por ahora, te veré dentro de un par de
meses, espero que esta vez me ayudes a conseguir tu expediente medico-
-si
doc, nos veremos- le respondió la rubia mientras que en su interior deseaba no
volver a pisar ese consultorio
- y tu
roja, espero que pronto nos reunamos para comentar los libros- Keith tenia un
pequeño brillo en los ojos cada que se dirigía a Clarisse y Brittany lo notaba
-ya
veremos, te agradezco los libros, yo te llamo, nos vemos- contesto la aludida
con un claro tono evasivo que dejo a Keith un poco triste y a la rubia muy
sorprendida.
Clarisse se despidió de prisa y salio casi
corriendo del consultorio, su amiga igualmente se despidió con la mano y salio
tras de ella alcanzándola en el elevador.
-que
paso allá CM?-
-de que
hablas?- Clarisse seguía con su tono evasivo
-hablo
de que el doc prácticamente te pide matrimonio y tu lo mandaste a freír
espárragos-
-es tu
imaginación, en serio vas a perforar tus oídos?- Clarisse trato de cambiar el
rumbo de la conversación
-hay
si! Vi unos aretes de brillantes maravillosos el otro día en... Oyee! No me
cambies el tema- el nuevo capricho de la magia era el de hacer que la joven
rubia le enloquecieran los aretes y la joyería en general -vamos a comprar los
aretes y después te invito a comer, así me cuentas todo, ni pienses que te vas
a escapar-
Después de pasar un rato desagradable en el
local de "piercings", pues los gritos de Brittany llamaron la
atención de todo el mundo avergonzando mucho a Clarisse, la adolorida rubia
cumplió su invitación y entraron al restaurante al que siempre les gustaba ir,
por supuesto todo con la intención de satisfacer su nueva curiosidad de mujer.
-bien
ya estamos aquí CM, ahora si cuéntame todo sobre Keith-
-pues
veras- comenzó la pelirroja con un suspiro -oye Britt, ¿eso es sangre?- dijo señalando la oreja
izquierda de su amiga tratando de distraerla
-¿donde?!-
saco asustada una polvera de su bolso para usar el espejo, y al no encontrar
nada le hizo una mueca a su amiga, claro no sin antes admirar sus nuevos
accesorios -mentirosa¡, ya deja de hacerte la tonta y cuéntame- al parecer esa
curiosidad femenina no la dejaba en paz, casi tanto como la ansiedad que le
provoco no usar los aretes
-de
acuerdo, veras Keith es hijo de un amigo de mi padre, lo conozco desde que
somos niños, aunque lo deje de ver cuando entro a la universidad, como podrás
notar es tres años mayor que nosotros, después cuando nosotros fuimos los que
ingresamos a la escuela lo volví a encontrar, un año antes de graduarse-
- y
desde cuando quiere contigo- interrumpió curiosa la bella
-el no
quiere conmigo! No inventes cosas-Respondió
molesta Clarisse quitándose las gafas para limpiarlas con su camiseta
-no te
hagas la tonta, es obvio que le gustas, cuanto tiempo llevas rechazándolo y
sobre todo, ¿por que?- Brittany volvía a la carga sin saber lo que provocaría
-bueno
Keith siempre a sido muy lindo conmigo, pero fue desde que nos reencontramos en
la universidad que ha intentado salir conmigo-
-y por
que no aceptaste salir con el si te agradaba?-
-es que
yo prefería salir con Josh y contigo, tu sabes lo que sentía por ti, no perdía
las esperanzas-
-es
decir que no lo veías seguido?-
-de
hecho si, el me visitaba seguido e insistía en salir, incluso una vez me pidió
ser su novia-
-¿y
porque lo rechazaste?!, debiste decirle que si!-
-bueno...
Yo... No...- los hermosos ojos de la pequeña pelirroja comenzaron a humedecerse, asi que los limpio rápidamente con una servilleta
-que
pasa linda? Ten confianza yo te escucho- la rubia tomo la mano de su amiga para
reconfortarla y darle ánimos suficientes para desahogarse
-re... recuerdas la ultima vez que estuviste solo en mi casa?- los recuerdos llegaron
de golpe a la mente de Brittany, y en su mente comenzaron a reproducirse
claramente.
Hace algunos meses atras en casa de Clarisse:
Clarisse acostumbraba quedarse en casa la noche del domingo para
estudiar y poner en orden sus proyectos escolares, eran ya las dos de la
mañana, el tiempo se le paso sin sentirlo por su apasionada labor de estudio;
estaba a punto de irse a la cama cuando el timbre de la puerta comenzó a sonar
de manera insistente, de tal forma que la joven no lo quiso ignorar y se
dirigió a la puerta.
-quien
es?- pregunto antes de abrir, después de todo era muy tarde
-abre...
Abreme CM, soy Brett- aunque la voz estaba deformada por haber bebido de mas,
para Clarisse era inconfundible y abrió la puerta inmediatamente
-que
tal Brett, que haces aquí?, pasa-
-hoolaaa
CM, salí de fiesta y me metí en problemas con unos tipos, trate de ligarme a
una chica y su novio se enojo, así que este es el lugar mas seguro para
esconderme- al entrar, Brett inmediatamente se dirigió a la cocina y abrió el
refrigerador para tomar una cerveza y algo de comer
-¿y
Josh? Porque no esta contigo?- pregunto Clarisse extrañada, mientras lo seguía
por todos lados como si fuera un cachorro
-el
enano aburrido dijo que tenia que estudiar, ya lo conoces jaja- con su bebida y
comida en la mano el ebrio chico se tiro en un sillón de la sala - entonces ¿me
puedo quedar?-
-ya
sabes que esta es tu casa, déjame recoger mis cosas y preparo el estudio para
que ya te acuestes a dormir
Para una chica enamorada es imposible
mirar los defectos del objeto de su amor, por eso no le importaba lo
impertinente e insoportable que fuera Brett, ella siempre lo justificaba y
ayudaba cuando podía.
-listo
Brett, tu cama ya...- cuando volvió a la sala, el intento de "don
juan" ya estaba dormido, lo miro con ternura y armándose de valor lo
despertó con un dulce beso en la mejilla
-he he¡.
Si claro, ya voy, ayúdame- el petulante hombre se levanto con dificultad y
apoyado en Clarisse llego a la habitación que su anfitriona le tenia preparada,
el dulce aroma del cabello de la roja invadió su nariz, si bien a Clarisse no
le gustaba arreglarse ni peinar su cabello, si era una mujer muy limpia y por
lo mismo su enmarañada cabellera siempre olía bien -oye, te he dicho alguna vez
que hueles muy bien?- pregunto Brett con algo parecido a una voz seductora,
mientras acariciaba los rojos rizos
-jiji,
no nunca- las mejillas de la joven comenzaron a tomar color
-oye tu
piel es muy suave, no me había dado cuenta- le decía mientras acariciaba su
mejilla, en ese momento el rostro de la joven ya era del color de su cabello
-Brett,
yo...- no pudo decir mas, por que el hombre la tomo de la cintura y la acerco a
el, y con su mano izquierda retiro los gruesos lentes que cubrían sus ojos
-tus
ojos son hermosos rojita- era la primera vez que Brett era cariñoso con
Clarisse, así que la tenia totalmente desarmada, la beso apasionadamente,
ella no tuvo fuerzas para resistirse, y aunque las hubiese tenido no lo habría
hecho, estaba perdidamente enamorada.
Para cuando se dio cuenta Clarisse ya
estaba desnuda sobre el sofacama del estudio, el mismo Brett se sorprendió de
ver el cuerpo de la pequeña pelirroja, su piel alabastrina bellamente salpicada
de pequitas, su menudo talle y sus senos y caderas en perfecta proporción
acomodados sobre su abundante cabellera, sumado a un semblante nervioso incluso
un poco asustado, le hacían parecer una doncella medieval en su noche de bodas, la joven estaba
dispuesta a todo a pesar de las reservas que su virginidad le imponía.
Brett también se desnudo rápidamente, se
recostó junto a ella y como era su costumbre comenzó a estrujarla y morderla,
ella no sabia lo que era estar con un hombre, esto y el amor que sentía por aquel chico le hacían sentir que
esas eran bellas caricias, al no saber que hacer la dulce joven se limitaba a
dejar que Brett la hiciera suya como mejor le pareciera, y a cada caricia, beso,
o mordida le hacían sentir descargas eléctricas en su cuerpo.
llegado el momento de la verdad, Brett la
levanto y abrió las piernas de la roja bruscamente, la nerviosa joven
permanecía en silencio esperando experimentar aquellas sensaciones de las que solo había
leído o escuchado, pero el aun no lograba su erección, el alcohol y el
cansancio se lo impedían, en vano intento empujar su flácido miembro
contra la delicada vagina, cada vez con menos ímpetu; Clarisse soporto todo por la
ilusión del amor pero después de muchos intentos el patán se quedo
profundamente dormido sin lograr nada sobre una decepcionada mujer, que no pudo
hacer mas que suspirar y sonreír, conformándose tan solo con el hecho de estar
junto al hombre que amaba; después de un rato el sueño la venció y juntos se
quedaron profundamente dormidos en el estudio hasta el dia siguiente.
El mesero llego para sacar a Brittany de
su pasaje mental, las dos chicas pidieron lo que deseaban comer y el joven que
las atendió les dijo que les traería su orden inmediatamente, en cuanto se fue, la rubia reanudo la conversación
-ok CM,
si recuerdo aquella ocasión, y que bueno por que gracias a eso fue que me
reconociste aquella noche que llegue a tu casa transformada, si no te hablo de
eso al oído tu jamas hubieras creído que yo era yo, pero... ¿eso que tiene que
ver?-
-es que
nunca te conté lo que sucedió mientras dormías- ahora la que comenzaba a tener
recuerdos era la roja
Son las dos de la tarde, la primera en
despertar es Clarisse, Brett aun sigue roncando, la borrachera fue pesada y
ademas el chico no tiene por costumbre levantarse temprano, la ilusionada
pelirroja se dirigió a la cocina para preparar algo de comer, conocía de sobra a Brett y
sabia que despertaría con apetito, en eso estaba cuando sonó el timbre de la
puerta.
-hola!
Keith que gusto verte pasa-
-hola
Clarisse, me tranquiliza verte bien, fui a buscarte a la universidad y al no
encontrarte pensé que estabas enferma o algo así- el joven medico le entrego un
pequeño ramo de flores que llevaba para ella
-gracias-
Clarisse las recibió algo apenada, n se sentía bien de recibir un presente sabiendo que tenia a un hombre en la casa
-vengo
a invitarte a salir, tengo algo muy importante que decirte- le propuso
sonriente el doctor
-no
puedo salir en este momento, estoy algo
ocupada, si quieres dímelo ahora-
-ok-
Keith suspiro profundo y tomo la mano de Clarisse -tu sabes cuanto me gustas
roja, tiene mucho tiempo que quiero decírtelo, pero solo al no verte donde siempre y sentir temor de perderte, encontré el valor para hacerlo así que te pregunto, quieres ser
mi novia?-
-Keith,
eres muy lindo y sabes que te quiero mucho pero justo ahora acabo de iniciar una
relación-
-ooh,
lo siento, no lo sabia, pensé que no tenias pareja- la decepción era evidente
en el pobre chico, pero su madurez hizo acto de presencia - bueno no te
molestare mas, discúlpame por incomodarte y si me necesitas, sabes que cuentas conmigo- triste,
el hombre se dirigió a la puerta y se fue dejando a Clarisse un poco apenada
Para la pelirroja esa no era una situación
común, en pocas horas el chico del que estaba enamorada casi le hace el amor, y
otro chico guapo que conocía desde hace tiempo le había pedido ser su novia,
sin embargo ya había tomado su decisión; cuando tuvo listo el abundante desayuno justo como le gustaba a Brett, lo
puso en una mesita de servicio y se lo llevo al rubio que aun no despertaba
-levántate
dormilón, el desayuno esta servido- le hablo cariñosa mientras colocaba la
comida a un lado del sofa-cama
-eh,
que, ¿donde estoy?- pregunto aun confundido, pero al ver a Clarisse sentada a su
lado recordó todo y con tono indiferente le dijo -a eres tu-
-si
amor, mira te traje el desayuno como te gusta, cómelo antes de que se enfrié,
también te traje aspirinas para el dolor de cabeza-
Brett tomo la mesita de servicio, ingirió
las pastillas primero, pasándolas por su garganta con algo de jugo y luego
comenzó a devorar todo, sin siquiera darle las gracias a su anfitriona, que lo miraba
feliz mientras engullía los huevos, el tocino y el pan con mantequilla que con
cariño le habían preparado, Al sentir la mirada de la chica, el
insufrible tipo pregunto.
-¿por
que me miras así?-
-lo
siento cariño, es que estoy muy feliz por lo de anoche- contesto sonrojada
-aaah,
por eso, mira CM es mejor que lo olvidemos si?-
-¿por
que?- cuestiono sorprendida - Si lo dices por que no pu...- entonces fue interrumpida por
un furioso Brett
-eso no
fue culpa mía!, lo que pasa es que no me existas para nada, solo mírate a ningún
hombre se le pararía contigo, lo mejor es que no se lo digamos a
nadie,entendiste?, A nadie, y menos al enano es capaz de exigirme que me case
contigo y yo tengo una reputación que cuidar, mejor tan amigos como siempre ok,
y por favor no vuelvas a llamarme amor-
-de...
De acuerdo- respondió la frágil joven con la voz quebrada y la mirada al suelo.
Cada palabra que salia de la boca de ese
hombre iba partiendo pedacito a pedacito el corazón de Clarisse, que sentía
como las ilusiones que había construido se iban haciendo polvo por el maltrato
y desprecio con el que le hablaba el que ella creia era el amor de su vida.
inmediatamente después de terminar de comer, Brett se vistió y se fue sin siquiera despedirse, ella levanto los utensilios del desayuno y los llevo a la cocina, lavo todo, lo seco y acomodo en el lugar que correspondía,todo como si fuera un zombi, se dirigió a su habitación, entro al baño y se miro al espejo durante unos segundos, como reprochándose a si misma el no ser la mujer que Brett deseaba, en ese momento estallo en llanto, un llanto que duro todo ese día.
inmediatamente después de terminar de comer, Brett se vistió y se fue sin siquiera despedirse, ella levanto los utensilios del desayuno y los llevo a la cocina, lavo todo, lo seco y acomodo en el lugar que correspondía,todo como si fuera un zombi, se dirigió a su habitación, entro al baño y se miro al espejo durante unos segundos, como reprochándose a si misma el no ser la mujer que Brett deseaba, en ese momento estallo en llanto, un llanto que duro todo ese día.
Secando algunas pequeñas lagrimas,
Clarisse termino su relato a la que ahora es su mejor amiga.
-y
después de eso, deje de frecuentarlo, lo veo muy esporadicamente, no tengo cara
para verlo a los ojos después que lo rechace, y ademas creo que tenias razón, no soy
suficientemente bonita, el merece algo mejor- al voltear a mirar a Brittany,
noto como por sus mejillas corrían también un par de lagrimas negras - no
llores, eso fue hace mucho-
-estas
loca, no importa hace cuanto tiempo fue, me porte como un bastardo- le decía la
rubia entre sollozos y tratando de limpiarse el rostro, que se ennegrecía con el
rimel diluido -perdóname por favor, era mentira todo lo que te dije, ahora me
doy cuenta que te lastime, si no pude hacértelo es por que estaba muy ebrio, tu
eres muy hermosa, el "doc" seria muy afortunado en tenerte como pareja
y por mi estúpida culpa ustedes no están juntos y felices como debería de ser-
la magia le había dado a Brittany una sensibilidad femenina muy grande y aunque
le incomodaba, reaccionaba así a casi todo
-cálmate
Britt, ya no tiene caso sufrir, las cosas son así, yo ya me resigne, pero si te
hace sentir mejor yo te perdone desde hace mucho, incluso antes de lo que te
paso- las palabras de la roja eran sinceras y mientras se las decía a la rubia, también le daba un abrazo fuerte para reconfortarla
-pero
de mi cuenta corre que vas a estar bien, y te prometo que antes de que vuelva a
la normalidad y regrese a ser el imbécil que era antes me voy a encargar de que
seas feliz, ya lo veras-
En eso estaban, cuando un chico se acerco
y en un tono que el creyó simpático le dijo a la rubia.
-oye
lindura, por que no dejas al adefesio y vienes conmigo a dar una vuelta-
Brittany soltó a Clarisse y le pidió un
segundo de espera con una señal de sus dedos, saco su polvera y arreglo su maquillaje,
se levanto y sonriendole al tipo, le rodeo su cuello con los brazos, y en cuanto
sintió que el relajaba el cuerpo, zas! Le soltó un tremendo rodillazo justo en
las "joyas de la familia" que lo puso a gemir de dolor en el piso con las manos
en la entrepierna, la rubia puso su tacón derecho sobre el pecho del hombre y le
dijo.
-eso es
para que aprendas a respetar a las damas, y ademas mi amiga no es ningún
adefesio, vayámonos amiga, este lugar ya se volvió desagradable-
Clarisse asintió sonriendo, tomo su
mochila, le paso la bolsa a su amiga y salieron del lugar muy sonrientes,
dejando a todos los comensales con la boca abierta.
cuando subes el siguiente capitulo
ResponderBorrarEl sabado sin falta, ya esta escrito, lo que me retrasa es la correccion de estilo y la ilustracion, que solo se pueden hacer en computadora, aunque ahorita estoy escribiendo en un celular y eso evita que me retrase mas, solo espero que te este gustando la historia, suerte
BorrarMe gusta. Espero el siguiente. Estoy enganchado a la historia.
ResponderBorrarAunke en mi opinion esta perdiendo un poco el morbo de estar en el cuerpo de una mujer. El como se siente o como se cabrea al ver q no quiere pero este cuerpo le obliga por la maldicion. O porque no llega algun hombre y la dice algo que segun la maldicion tendra q cumplir. Se q se supone que solo si no acaba con la maldicion tendra que hacer cualquier cosa q un hombre le diga. Pero no estaria de mas que alguna vez la maldicion la de un aviso.
Gracias y animo a continuar
Antes que nada, gracias por leerme y tu gusto por la historia, ten paciencia, recuerda que la transformacion apenas comienza, si crees que Brittany lo ha pasado mal, espera un poco y veras, creo que te va a gustar, suerte.
BorrarSi si espero. No hay problema. Vamos por la cuarta luna y eran doce. Asi q aun queda bastante por vivir
BorrarMuy buena!!! La historia esta genial, en especial los capítulos donde el morbo se hace presente!!! sigue así!!!
ResponderBorrarhola amigo soy yo david te acabo de enviar una pequeña correcion a nuestro pequeño trabajo y continuo escrbiendo ahora que estoy libre espero terminer para mas tradar el 22 espero tu respuesta hasta pronto
ResponderBorrarHola compañero, que bueno que me hablas de tu, ya empezaba a sentirme viejo jajaja, ya revise la correccion, voy a continuarlo y te envío lo que tenga para el 21 y me dices que te parece, le voy a poner un final, lo checas y me dices si estas de acuerdo, va?, suerte
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